La concejala de Medio Ambiente, Pepita Torres, ha recordado «la necesidad de establecer este servicio ante la situación de la playa y sus accesos, ya que se ubican en un enclave clasificado como de riesgo extremadamente alto en cuanto a incendios forestales, además de por temas de seguridad en cuanto a garantizar el paso de servicios de emergencia y control de aforo de la playa».
El servicio de control de acceso a Cala Salada permanecerá activo desde el 1 de mayo hasta el 15 de octubre y estará operativo de lunes a domingo en un horario ininterrumpido de 9.30 a 17.00 horas. El año pasado se adjudicó este nuevo contrato, en el que se avanzaba la puesta en marcha del servicio, pasando del 1 de junio al 1 de mayo, además de establecer otras mejoras como la ampliación de la franja horaria, el incremento de los recursos humanos y el aporte económico destinado a elementos de cartelería y mobiliario para la zona del control de accesos.
El contrato, adjudicado por 113.176,02 euros anuales (IVA incluido), se inició en 2023 y tiene una duración de dos años con opción a prórroga dos años más.
El sistema de control, que se instala coincidiendo con el inicio de la temporada de playas, cuenta con dos puntos de control que permiten el acceso únicamente hasta la ocupación de todas las plazas de estacionamiento habilitadas. Se consideran libres de control, los vehículos adaptados a personas con movilidad reducida, vehículos de dos ruedas como motocicletas y bicicletas, taxis y vecinos o trabajadores de la zona.
El sistema de restricción de acceso cuenta con alternativas para acceder a la playa como la línea regular de transporte público de Cala Salada implantada por parte del Consell d'Eivissa, que tiene como objetivo fomentar el transporte público y reducir el acceso de vehículos privados.
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