Manuel Hernández Núñez, comisario de la Policía Nacional de Ibiza, durante la entrevista con Periódico de Ibiza y Formentera. | Irene Arango

Manuel Hernández Núñez (Ávila, 1961), es comisario de la Policía Nacional de Ibiza desde 2017, siete años «increíbles» de continuidad en el puesto con los que Manuel Hernández logró romper la racha de comisarios fugaces que pasaron por la isla años anteriores. Durante la entrevista, el comisario explica con gran minuciosidad un relato que abarca desde la creación de las diferentes unidades, y su trayectoria histórica, hasta la actualidad del Cuerpo, mostrando así sus aptitudes como filósofo e historiador. También reconoce comprender muy bien todas las particularidades de una isla como Ibiza, ya que comenzó hace muchos años al frente de la Brigada de Policía Judicial en la isla. Años que le han servido para ser testigo de cómo esta institución se ha sabido adaptar a las necesidades y demandas de la ciudadanía.

—Enhorabuena por estos 200 años de historia como institución, siendo el cuerpo estatal más antiguo. ¿Cómo se está viviendo internamente este hito histórico?

—Lo estamos viviendo con mucha intensidad porque, aunque seamos una policía más local y tenemos los medios que tenemos, ha habido mucho interés por parte de los funcionarios a la hora de preparar y participar con imaginación en el desarrollo de nuestros propios eventos, además de participar en todos los actos nacionales. Nosotros hemos logrado un puntito más dentro de esta bicentenario como ha sido el desarrollo de la ruta 091, que se hizo en el mes de febrero, o nuestra propia exposición que narra los 200 años de historia de la Policía Nacional y, además, los narra en Ibiza. Esperamos que pueda ser una exposición itinerante en la isla.

—¿Qué hechos de la Policía Nacional de Ibiza se destaca en esta exposición?

—Nos hemos encontrado con muchos temas que desconocíamos. Esta exposición propia nos ha servido para reunir a la gran familia de la Policía Nacional de la isla, incluso ha venido gente que trabajó aquí en los años 60 y nos ha contado muchas de sus experiencias. También hemos localizado en la hemeroteca de la institución en Ibiza la cantidad de historias que tienen que ver con los expedientes del personal que trabajó aquí desde 1934, que fue cuando llegaron los primeros inspectores de policía a la isla. Por aquel entonces las competencias pertenecían a una Subdelegación. Aquí únicamente, durante esos años, llegaron las estructuras y estas atribuciones, que eran a nivel nacional. En Ibiza había 2.000 habitantes y sólo se asumieron las responsabilidades en materia de control de pasaportes, padrones y vigilancia de viajeros. No había policías, pero las competencias estuvieron delegadas en los funcionarios hasta 1942. Este sistema se mantuvo 120 años. En la exposición se observa cómo se ubicaban las antiguas comisarías en Ibiza y cómo han evolucionado las funciones, la relación con los medios de comunicación y qué acontecimientos se destacaban en la prensa por aquel entonces.

—¿Qué acontecimientos eran?

—En los años 40 y 50 sobre todo se publicaban actuaciones relacionadas con la desarticulación de grupos que se dedicaban a los delitos contra la propiedad o con la detención de individuos por delitos contra las personas como los homicidios y las lesiones. En los años 70 llegó el boom del narcotráfico a la isla y hay muchas noticias de detenciones e incautaciones de droga. Durante estos últimos años vemos también en la exposición una mayor transparencia a la hora de trabajar con los ciudadanos. Hemos recogido en la muestra la implantación del Servicio de Atención al Turista Extranjero (SATE) y el trabajo de la Unidad de Participación Ciudadana en los centros educativos, que son talleres que tienen mucho que ver con la ciberdelincuencia y los temas de violencia de género. Son cuestiones que están ahí y sobre las que nos gusta insistir mucho. También mostramos en la exposición el reconocimiento otorgado por la ciudadanía de Ibiza a los antiguos inspectores que se desplazaban a la isla. Hace años estas personalidades eran recogidas en el puerto como si fuesen coroneles u obispos, por aquel entonces eran personas muy influyentes.

—En 1978 se incluyeron a las mujeres en el cuerpo, ¿este avance se incluye en la muestra?, ¿qué porcentaje de la plantilla actual representan en Ibiza?

—Sí. La primera promoción de mujeres ingresó en la Escuela de Policía de Ávila en el año 79, siendo la primera convocatoria en el 78. Fue la promoción anterior a la mía. Esta incorporación y la evolución histórica de la plantilla estará visible a lo largo de los diez paneles de la exposición, que queremos montar de manera permanente. Ojalá a mediados de abril esté todo ya instalado en la Comisaría para comenzar las visitas guiadas. Respondiendo a la segunda pregunta, el porcentaje que corresponde a las mujeres se sitúa casi en el 17 % del total de la plantilla. En las últimas promociones nos está llegando al Cuerpo entre el 40 % e incluso el 50 % de mujeres.

—Es una de las instituciones más queridas y valoradas por la ciudadanía en materia de protección, ¿qué significa para ustedes ser el mayor garante de seguridad en las diferentes ciudades?

—Es muy importante porque sentimos la confianza de la ciudadanía. En esta última etapa hemos llevado a cabo una apertura hacia la sociedad ibicenca y con esta exposición queríamos cerrar el círculo. Es importante señalar que la Policía Nacional hace un trabajo mucho más intenso que investigar un delito. Trabajamos para mejorar los niveles de convivencia y actuamos de pegamento y cohesión social. Somos la policía de todos.

—¿Qué actuaciones de la Policía Nacional en Ibiza han sido las más destacadas?

—Especialmente aquellas intervenciones con grandes cantidades de droga; hachís, cocaína, éxtasis... hemos realizado incautaciones importantes. También pusimos a disposición judicial al acusado por el incendio del edifico Juzgados, que era el mismo que incendió el edificio okupa en el que murió una mujer. Por otro lado, fuimos capaces de resolver delitos muy graves contra la propiedad y, además, pudimos recuperar el robo de tres millones en joyas a un futbolista en Ibiza. También detuvimos al culpable del robo en una joyería en el paseo de Vara de Rey y devolvimos a la propietaria todos los relojes robados. Otra de las actuaciones más importantes fue cuando se condenó por asesinato al hombre que mató a una mujer en Ibiza tras una investigación muy laboriosa por parte de la Policía Nacional, en la que conseguimos todas las pruebas; fue el último crimen grave que ha ocurrido en la isla.

—¿Cuáles son los principales retos actuales y futuros de la Policía Nacional en Ibiza?

—Nuestro reto de futuro es mantener este servicio de calidad y satisfacer las expectativas de los ciudadanos, que nos sigan viendo una policía cercana y confiable en la atención y resolución de problemas. Hay que señalar que cada vez tenemos una policía más profesional en delitos como los informáticos. Además, también disponemos de los equipamientos más modernos para proteger a los ciudadanos y realizamos periodos de formación que, aunque se reciben a nivel nacional, también se están descentralizando materias que llegan a Palma y a Ibiza, permitiendo a los agentes especializarse aquí. Aunque seamos una comisaría local mediana, tenemos muchas ramas; tenemos puestos de control fronterizos, unidad de policía judicial, unidad de seguridad ciudadana y una brigada de extranjería cada vez más potente que lucha contra la trata de seres humanos. Hoy mismo ha llegado una patera y hemos tenido que realizar los trámites y los temas de documentación.

—¿Tienen los medios suficientes para abordar estas intervenciones?

—De momento estamos cubriendo todas las demandas. Es cierto que la situación cambia en verano, aunque cada vez hay menos diferencia porque los inviernos también son muy exigentes, ya que va creciendo la población residente. Trabajamos para toda la isla y Formentera y las demandas de la ciudadanía son cada vez mayores. Por eso hay que ir adaptando la comisaría a esas necesidades. Tenemos un número de agentes suficiente y un nivel de seguridad aceptable. También tenemos refuerzos en las diferentes especialidades donde necesitamos apoyo. Estos refuerzos llegan a finales de mayo hasta finales de septiembre.

—¿La plantilla está cubierta? ¿Sigue existiendo un 30 % de rotación?

Prácticamente la tenemos cubierta. Es cierto que hay agentes que cuando tienen los puntos suficientes piden plaza en la Península para volver a su tierra. Por eso estamos trabajando para que haya más gente de la isla dentro de la Policía Nacional de Ibiza. Hay un movimiento de los agentes casi todos los años entre el 20 y el 30 %, pero tenemos una base sólida del 60 % que conoce Ibiza y tiene el estilo de trabajo homologable y reconocible ibicenco. Tenemos que adaptarnos a cada sitio en el que estamos porque la policía es un fiel reflejo de la sociedad. Sí que es cierto que la isla tiene sus peculiaridades y cuando llegan agentes nuevos, que sólo han tenido un primer año teórico y un segundo año de prácticas, se encuentran con esta ciudad y en pleno verano. No obstante, la gente responde muy bien porque tenemos grandes profesionales que están preparados y que tienen sentido común. Además, tienen a buenos compañeros veteranos que los introducen. Afortunadamente, tenemos mandos intermedios como suboficiales e inspectores en la plantilla que hacen que esté bien compensada.

—¿Hay situaciones que se necesiten mejorar dentro del Cuerpo?

—Siempre hay cosas que mejorar, pero estamos muy satisfechos a nivel de seguridad y resolución de problemas. Hay situaciones con mucha demanda dependiendo de la época, pero como servicio público hay que cuidar mucho el trato a todos los niveles. Imagínate que somos requeridos de forma simultánea, lo que hacemos es trabajar con policías locales y nos intercambiamos para que la presencia sea inmediata. También nos reunimos con las diferentes asociaciones de Ibiza con el objetivo de intentar dar siempre soluciones y escuchar propuestas.

—¿Cómo es la relación con las administraciones públicas?

—Llevo muchos años y esto me permite conocer a mucha gente. Me toca representar a la Comisaría de la Policía Nacional de Ibiza en muchos actos y en ellos vas conociendo a los diferentes alcaldes, consellers, autoridades judiciales, Fiscalía y a todos aquellos actores sociales que tienen un papel relevante dentro de la seguridad ciudadana.

—¿La oferta de viviendas en sa Penya para los policías nacionales ha disminuido la citada rotación?

—Las viviendas en sa Penya están muy bien, aquello esta funcionando genial. Ha sido una de las mejores opciones que de momento tenemos, pero hay que ir pensando más. Espero que siga funcionando de esta manera y se ofrezcan cuanto antes más viviendas para los agentes porque hay que ir ganando amplitud e ir consiguiendo que estos espacios se conviertan en lugares seguros. Hay que señalar que la zona de sa Penya es problemática y hay que seguir trabajando en conseguir que se abran más viviendas y que estos inmuebles se puedan ofertar a policías y a otros funcionarios. Además, soy consciente de que las condiciones del barrio han mejorado. También esperamos encontrar otras situaciones en las que se favorezca el acceso a la vivienda porque no debería ser un handicap para venir a Ibiza.

—También llevan años luchando para lograr el plus de insularidad.

—Exacto. También tenemos el problema de la insularidad, los desplazamientos... todas estas dificultades tiran para atrás. Como todos los años hay mucho movimiento de personal nosotros tenemos una bolsa de vivienda donde los que regresan a la Península se la ceden a los nuevos agentes desplazados. Son una serie de viviendas que suelen ocupar los alumnos que vienen de prácticas. Como son siempre viviendas compartidas es complicado ubicar a los agentes con familia.