De izq. a dcha. el alcalde Rafa Triguero; Nadia Gurbia, presidenta de la Asociación de Vecinos de La Marina, e Isaac Vaquer, vicepresidente, ayer por la mañana durante la entrega de firmas. | Moisés Copa

El Ayuntamiento de Eivissa se ha reunido en estos dos últimos meses con varias cadenas de supermercados para tantear si alguna de ellas estaría interesada en abrir un establecimiento en el barrio de la Marina. La respuesta, según ha explicado este martes el alcalde, Rafa Triguero, ha sido negativa. La Marina, y el casco histórico en general, se ha quedado sin el único supermercado con el que contaba hasta ahora, tras la decisión de los dueños del local de no prorrogar el contrato de alquiler. Una situación que ha generado inquietud entre los residentes de estos barrios de la ciudad, que ahora pretenden que sa Peixateria acoja un establecimiento de estas características.

El Consistorio aprobó en la pasada legislatura un proyecto de remodelación de este espacio con el fin de convertirlo en un mercado de productos frescos con oferta de restauración. Tras las elecciones y el cambio de gobierno, el equipo de Triguero anunció que sa Peixateria se convertiría en un centro polivalente. El alcalde ha recordado este martes que, además, la constructora que estaba llevando a cabo el proyecto había encontrado problemas que hacían prácticamente inviable el mismo, por lo que el contrato ha sido cancelado, el Consistorio ha indemnizado a la empresa y ahora está elaborando su propio proyecto para sa Peixateria. «Se pararon las obras por cuestiones técnicas y por divergencias con el proyecto de futuro que tiene el equipo de Gobierno para este barrio», explicó el primer edil.
«A las principales cadenas de supermercados no les interesa instalarse en este barrio. Desde el Ayuntamiento invitamos a la iniciativa privada a evaluar la posibilidad de instalarse en la Marina», afirmó Triguero, «pero en la ciudad hay otros barrios con el mismo problema y el Ayuntamiento llega a donde llega».

Los vecinos y comerciantes de La Marina, por su parte, han recogido 1.150 firmas, entregadas este martes al propio alcalde, para que el Ayuntamiento mantenga el uso comercial de sa Peixateria. Aseguran que el PEPRI (Plan Especial de Protección y Reforma Interior de sa Penya, la Marina y el Eixample) impide que este espacio pueda dedicarse a otros usos que no sean estos, según explicó el vicesecretario de la Asociación de Vecinos de La Marina, Isaac Vaquer. Algo que Triguero rechaza porque, según apuntó, los técnicos de este plan «no lo ven así». «Es un bien catalogado», según destacó el alcalde, «pero, tras esta declaración, se vio que no tenía las características para estar catalogado».

Triguero, finalmente, explicó que se reunirá esta tarde con las asociaciones de estos barrios para explicarles las intervenciones que se han llevado a cabo desde el pasado verano así como proyectos de futuro. En este sentido, el alcalde afirmó que entre las intervenciones más destacadas se encuentra la entrega a estas entidades de un local en la calle Gallo para que pueda utilizarlo para sus actividades.
En este encuentro, los vecinos, por su parte, pedirán al Ayuntamiento que haga los trámites necesarios para que se pueda abrir en la Marina «alguna oficina de la Administración, sea del Estado o del Govern balear», según explicó Isaac Vaquer. El objetivo, según precisó, es que «se acerque la gente al barrio, que haya actividad». En este sentido, propondrán también que algunas de las compañías de suministros de agua o electricidad tengan sus propias oficinas en esta zona de la ciudad.

Además, también pondrán sobre la mesa la necesidad de que el Ayuntamiento incentive de alguna manera a aquellos establecimientos que abren durante todo el año. «Se trata de que den incentivos fiscales para favorecer de alguna manera a estos negocios y fomentar que otros se decidan también a abrir todo el año o casi todo el año», concluyó Vaquer.