La espectacular mansión ubicada en caló d’en Real del empresario Pierre Konrad Dadak.

Pierre Konrad Dadak, más conocido como el empresario de la guerra por sus negocios armamentísticos, ha denunciado ante la Guardia Civil de Ibiza las graves amenazas recibidas por su actual pareja y por su madre.

Según ha podido saber este rotativo, la difusión en medios locales de la denuncia que el empresario interpuso contra su expareja y la hermana de ésta puede estar detrás de estas graves amenazas. En dicha denuncia, Dadak aseguraba que, presuntamente, estas personas habían ocupado su espectacular villa de Caló d'en Real.

El empresario cree además que en su mansión pueden residir miembros de la mafia ucraniana, según explican fuentes cercanas a Dadak. Tampoco descarta que la venta de armas y los intereses políticos que genera esta actividad provoquen que esta mafia esté detrás de lo sucedido.

«Se vio que incluso en la vivienda habían instalado una garita de seguridad con una empresa privada», puntualizan personas conocedoras del caso.

Hace algunas semanas, la actual pareja de Dadak, junto a su bebé de pocos meses, se encontraba paseando por un parque de Rusia cuando un hombre armado con un cuchillo se le acercó exigiendo que se pararan todas las publicaciones sobre la presunta ocupación de la mansión ibicenca. También la madre del empresario, caminando por el Paseo Marítimo de Ibiza, recibió en noviembre amenazas similares. Al ser la actual pareja una conocida modelo en Rusia, el suceso copó numerosas portadas de la prensa del país.

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«A raíz de todos estos episodios, Dadak tiene un miedo fundado de que vayan a hacer algo», aseguran las fuentes.

La última denuncia interpuesta en Ibiza por las amenazas recibidas se tramitó el 5 de diciembre. Dadak no duda de que estos episodios pretenden ejercer un efecto intimidatorio y cree que están directamente relacionados con el proceso abierto en los Juzgados de Ibiza por la presunta ocupación de la mansión.

La presunta ocupación de la vivienda se remonta a finales de junio cuando, según las fuentes cercanas al caso, la agencia que se encarga de comercializar la villa la alquiló para una semana. Transcurrido este tiempo, cuando el personal de la agencia fue a recoger las llaves, se encontró con que dentro de la casa estaban la expareja de Dadak y su hermana, que informaron de que no iban a abandonar la vivienda. El empresario, según las mismas fuentes, dejó pasar unas semanas «para ver si se arreglaban las cosas» y, ante la imposibilidad de que las mujeres abandonaran la mansión, presentó una denuncia por los presuntos delitos de allanamiento de morada y coacciones.

No era la primera vez que la expareja de Dadak actuaba de esta manera. Ambos rompieron su relación hace años y, poco después de la ruptura, la mujer decidió también ocupar la casa de Caló d'en Real esgrimiendo el argumento de que era suya. En aquella ocasión, finalmente ella aceptó abandonar la villa y no fue necesario denunciar.

Tras esta última ocupación, fuentes cercanas al empresario manifestaron a este rotativo que finalmente Dadak «no ha tenido más remedio que denunciar a su expareja. Además, en los últimos años ha tenido que emprender contra ella y contra su hermana otras acciones judiciales por cuestiones muy personales».