La resistencia a los antibióticos (RAM) supone una amenaza para la salud pública mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que para el 2050 esta problemática sea una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Por ello, como cada 18 de noviembre, Europa celebra el Día para el Uso Prudente de los Antibióticos, una jornada que tiene como objetivo sensibilizar sobre el riesgo que supone la resistencia a antimicrobianos y concienciar sobre el buen uso de los antibióticos.
«Respecto a los tratamientos oncológicos o cardiológicos la medicina ha mejorado notablemente pero no en aquellos tratamientos de creación nueva de antibióticos. Su mal uso es cada vez un problema mayor en el los países europeos», señaló Catalina Serra, que junto a Pilar Sebastián forman el equipo de enfermeras de control de infecciones del Área de Salud de Ibiza y Formentera. Ambas se encargan principalmente de controlar y prevenir que las infecciones en el Hospital Can Misses no se propaguen.
Uso prudente
En este sentido, Serra señala que en cuanto a los tipos de infecciones más comunes en el Hospital de Can Misses son las infecciones respiratorias, las infecciones con heridas y las infecciones en orina y todas ellas cada vez «son más insistentes». Serra recomienda encarecidamente hacer un uso prudente del antibiótico y no caer en automedicarse, una tendencia cada vez más común entre la gente. «No hay que tomar antibiótico si un facultativo no lo receta», alerta. Aún así, se estima que el 50% de los antibióticos que se prescriben son innecesarios o bien se utilizan de una manera inadecuada, como utilizarlo en infecciones que no lo requieren o una mala elección del antibiótico. Además, Serra insiste en que es fundamental terminar adecuadamente el tratamiento y no abandonarlo antes de tiempo para no «crear una resistencia para el futuro».
El trabajo del equipo de control de infecciones es fundamental en el Hospital Can Misses para ayudar a la correcta utilización de tratamientos antibióticos. «Tenemos un profesional que nos ayuda mucho en el ámbito sociosanitario a que el paciente de procedencia sociosanitaria llegue al hospital mejor controlado. Este control nos ayuda a no hacer una mala utilización de tratamientos antibióticos», explicó la enfermera.
Aislamientos
Respecto a la hora de detectar infecciones en el hospital, Serra asegura que es muy importante hacer un correcto aislamiento del paciente para evitar que se extienda. Para ello, trabajan conjuntamente con el laboratorio de microbiología, una «parte imprescindible» para el equipo de control de infecciones. «Una vez se detecta la infección, nos ponemos en contacto con el facultativo que lleva el paciente y le comunicamos los pasos a seguir», detalla Serra. «A partir de ahí lo controlamos nosotros para asegurarnos que se hagan bien las medidas de aislamiento, una parte fundamental porque puede haber un brote dentro del hospital», finaliza.
Finalmente, en cuanto a los métodos de aislamiento, el Hospital Can Misses diferencia cuatro tipos según el tipo de infección. Primeramente, el de contacto, donde el paciente tiene una infección en un sitio localizable, el de contacto más gotas, que supondría tener una herida, además de una infección respiratoria. Después se situaría el aislamiento por aire, «la más habitual» y se daría en casos de pacientes con tuberculosis. Finalmente están los aislamientos que protegen únicamente a los pacientes immunodeprimidos de «cualquier infección banal» que ellos no podrían combatir debido a las bajas defensas.
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Dicen las abuelas que una gripe con antibióticos se cura en una semana y sin ellos en siete días.