A juicio de Bourbia, el Consistorio de Ibiza debería estudiar la posibilidad de realizar este tipo de actividades «durante todo el invierno». Algo que comparten comerciantes de la zona como Pepita Ramis, paradista del Mercat Vell. «Yo estoy muy contenta», ha explicado, «nos gustó bastante todo. Salió muy bien. Nosotros abrimos los dos días y fue muy bien». Ramis ha destacado que las actividades programadas lograron que hubiera mucha afluencia de gente durante todo el fin de semana por lo que considera que «estas cosas tendrían que hacerse más a menudo». Para esta comerciante, actividades como el ball pagès o las destinadas a los más pequeños son una buena fórmula para lograr que el entorno del Mercat Vell tenga vida durante los meses de la temporada baja. «Tal vez no se puede hacer todos los fines de semana», ha señalado, «pero yo creo que se pueden hacer cosas cada cierto tiempo, que llamen la atención y que hagan que la gente venga. Además, ahora ya no es tan difícil el tema del aparcamiento».
De un modo similar opina la encargada de Hitch, Mireia Cifuentes, quien considera que «todo lo que sea hacer actividades en La Marina estos meses está bien». Sin embargo, Cifuentes no tiene claro si sería suficiente para que el barrio recuperara la vida en invierno: «Son meses en los que está todo cerrado y en el puerto no hay nada. Pero todo lo que sea hacer actividades, a mí me parece muy bien».
Más crítica se muestra María Marí, responsable de un souvenir de la zona. En su opinión, las actividades programadas para este primer fin de semana no dieron «ambiente» al barrio. «A mí me pareció una cosa muy triste», ha asegurado, «faltaban puestos, faltaba alegría. La idea está bien pero creo que tiene que haber una organización mejor y cosas más ibicencas. Para mí faltaba sobre todo eso, cosas ibicencas». Su compañera Gina, por el contrario, sí que cree que en este primer fin de semana de celebración «se logró que hubiera más gente y eso favoreció a los comercios». Sin embargo, en su opinión, «parecía más una feria de hippies que algo de aquí».
La propietaria de la joyería Afro, Carolina Bonet, se ha mostrado, por su parte, muy satisfecha. En su opinión, el primer fin de semana de celebración ha sido «entrañable» y ha servido como «punto de encuentro de muchísima gente que quiere a La Marina». Como comerciante, Bonet ha preferido no pronunciarse sobre los efectos en su negocio porque, ha señalado, ha preferido «disfrutar de los actos programados». Para Bonet, la posibilidad de realizar este tipo de eventos semanalmente no sería una solución pero sí considera que «estaría bien hacer este tipo de actividades de vez en cuando».
«Todos sabemos la afluencia de gente que hay en el barrio en verano», ha asegurado Bonet, «pero a final de mes cierran todos los comercios de temporada y quedamos unos 50 negocios. Las fiestas son hasta el 19 de noviembre y nuestra intención es dinamizar el barrio. La verdad es que yo he disfrutado mucho este fin de semana de la Plaça, que es como siempre la hemos llamado los ibicencos».
La concejal de Turismo y Comercio de Vila, Laura Planells, ha destacado, por su parte, que «la aceptación de vecinos y comerciantes ha sido espectacular». Y es que eran ellos los principales destinatarios y autores de un programa de actos que se extenderá hasta mediados del próximo mes de noviembre. «El barrio se llenó de una forma que nosotros no esperábamos», ha señalado la concejal, quien, finalmente, también ha recordado que en la organización del programa han participado, además del Ayuntamiento, las asociaciones de vecinos y comerciantes de La Marina. Entidades a las que ha agradecido su papel, así como a empresas que han colaborado en la organización y otras instituciones como el Consell d'Eivissa, que participó con la presencia de 19 artesanos a lo largo de todo el fin de semana.
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