Los alcaldes y alcaldesas de Ibiza han superado ya los primeros 100 días de gobierno en esta nueva legislatura, un tiempo que han aprovechado para dar continuidad a proyectos ya iniciados (en el caso de los ediles repetidores) o para sentar las bases de sus líneas de acción.
Vila
En Vila, el alcalde Rafa Triguero señaló ayer que en estas semanas han podido comenzar a solucionar «esa multitud de pequeños problemas de los vecinos», impulsando además mejoras de mayor calado cuyos resultados se verán a medio y largo plazo.
El objetivo de Triguero, según afirmó, es que Ibiza pueda ser un referente en Baleares. «Se empieza a respirar el cambio que necesitaba la ciudad», consideró.
El alcalde explicó que, nada más llegar a Can Botino, «tuvimos que devolver la ilusión a los trabajadores municipales y a la Policía Local, hacer que creyeran en nuestro proyecto». También lamentó haber detectado al comienzo «una falta de control en determinados temas», por lo que durante estos 100 días han ordenado y programado la actividad municipal.
Sant Antoni
En Portmany, el alcalde Marcos Serra aseguró que estos primeros 100 días de legislatura han servido para dar continuidad al trabajo realizado y recordó que en el equipo de gobierno municipal hay ahora cinco nuevos concejales que se han integrado «muy bien». «Están sacando mucho trabajo. Ahora empezaremos el asfaltado de varias calles y caminos del pueblo de Sant Antoni. Estamos trabajando en diferentes áreas y, en cuanto a limpieza, estamos trabajando también en la ampliación de la contrata», repasó el primer edil.
Serra recordó que uno de sus objetivos es dar prioridad a las obras públicas.
Santa Eulària
La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, reconoció que han dedicado estas primeras semanas a arrancar aquellos proyectos más ambiciosos de su programa de gobierno y que están relacionados con cuestiones como la movilidad o la conciliación. Ferrer se refirió a otros problemas «muy importantes>> como el saneamiento o el suministro de agua <«Básicamente, nos hemos centrado en estos primeros 100 días en que salgan estos proyectos que son relevantes y que, por su dificultad, necesitan mucho tiempo para arrancar y muchos recursos. Además, muchas veces no dependen sólo del Ayuntamiento, sino que hay otras instituciones implicadas, por lo que se necesita esta coordinación», explicó.
El Ayuntamiento josepí destacó que, en estos primeros 100 días de gobierno, ha llevado a cabo acciones y proyectos con la finalidad de «poner orden dentro de la casa». Entre otras cuestiones, desde Sant Josep explicaron que en las últimas semanas se han ejecutado trabajos de mejora en edificios municipales, como colegios u oficinas, iniciando un proceso de contratación de revisión de la salmonelosis, algo inexistente en la localidad hasta el momento. En relación a temas educativos, por primera vez se ha contratado terapia canina para niños con necesidades especiales. En cuanto a la limpieza, se han incrementado los trabajos, mientras que en temas medioambientales se han balizado correctamente todas las playas, cubriendo más áreas de las previstas inicialmente.
Para la alcaldesa de Sant Joan, Tania Marí, estos primeros días han sido «muy intensos, con mucho trabajo, aunque estamos viendo que podemos sacar adelante proyectos que estaban enquistados». Con su equipo, Marí explicó que en este tiempo han tratado de centrarse en el día a día, sobre todo en relación a la limpieza y al mantenimiento del municipio. Entre los diferentes proyectos iniciados, la edil recordó que han aprobado iniciar el expediente de derribo de las ruinas de Cala d´en Serra, primer paso para eliminar una infraestructura inacabada «que tanto daño está haciendo a la costa del municipio».
Trabajos de mejora y embellecimiento en diferentes zonas de Labritja o la construcción de una escoleta 0-3 años en un solar municipal de Sant Llorenç, han centrado también el trabajo del nuevo equipo de gobierno.
La reapertura del mercadillo de Sant Joan -no exenta de polémicas- ha sido una de las acciones realizadas durante este tiempo: «Teníamos una demanda social de los vendedores del mercadillo y de los vecinos del pueblo y alrededores porque es un reclamo turístico y una actividad económica que necesitamos ya que los domingos nos visita mucha gente». Afirmó, además, estar preocupada por el transporte público: «Hemos detectado que necesitamos más servicios y líneas. Estamos en contacto con el Consell», concluyó.