Las ruinas de Cala d’en Serra se encuentran en muy mal estado. | Irene Arango

El presidente del GEN-GOB, Joan Carles Parlem, ha mostrado su esperanza en que la tramitación para el derribo de la ruina de Cala d'en Serra iniciada por el Ayuntamiento de Sant Joan concluya por fin con la desaparición de esta infraestructura. «Alguna vez lo conseguirán», ha señalado en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, «hace tiempo que se habla de esto y lo que está claro es que hay que retirarlo». Palerm ha recordado que la zona en la que se levanta esta controvertida edificación tiene un alto valor paisajístico y ha lamentado que, en la actualidad, sea «un lugar tan degradado».

El Ayuntamiento de Sant Joan, presidido por la popular Tania Marí, ya ha iniciado los trámites para informar a la propiedad de la caducidad de la licencia. El proyecto comenzó a tramitarse en 1971 y, desde entonces, no salió adelante debido a las numerosas irregularidades con que contaba. En la legislatura de 1999-2003 se acordó que el derribo de esta ruina se llevaría a cabo con dinero de la ecotasa, pero nada de aquello se cumplió. La propia Marí llevó el problema al Parlament en 2016 solo obtuvo el respaldo de los diputados de Podemos. El PSOE y el resto de fuerzas de la izquierda se abstuvo ante la petición de la hoy alcaldesa de financiar con fondos públicos la demolición.

Para Joan Carles Palerm, lo importante ahora es que el derribo «se ejecute». El presidente del GEN-GOB ha recordado que este paraje, «como toda la costa de Sant Joan», tiene un alto valor medioambiental. En este sentido, ha puesto como ejemplo que los acantilados de esta zona de la isla «tienen especies importantes y endémicas a nivel balear y pitiuso, como el falcó marí». Un ave que «cría en colonias en esta zona y en Tagomago y que se ve afectada por la propia ruina y por la presencia humana». «En es Amunts», ha añadido, «el falcó marí se ha reducido y se ha ido desplazando hacia Tagomago por esta situación».

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Palerm, por otro lado, considera que ha de ser la propiedad la que corra con los gastos del derribo. En este sentido, ha recordado que la Administración puede asumir este coste y exigir después el dinero a los propietarios. Sobre la opción de que se financie a través del impuesto sobre estancias turísticas, la ecotasa, Palerm considera que no estaría justificado. Sin embargo, sí ha admitido que es mejor usar estos fondos públicos para una demolición que beneficiaría al entorno antes que «para la búsqueda de nuevos mercados para el sector turístico».

La alcaldesa de Sant Joan, Tania Marí, ha señalado, por su parte, que el Consistorio hará «todo lo que esté en su mano» para llevar adelante el derribo de cala d'en Serra. «Este nuevo ejecutivo de Sant Joan», ha subrayado, «está comprometido con el patrimonio costero y por ello vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para demoler cuanto antes una ruina que no solo causa un grave impacto medioambiental sino que, además, compromete gravemente la seguridad de todos aquellos que se adentren en ella». Algo para lo que espera contar con el «apoyo de los socialistas» a los que ha pedido que «no vuelvan a esconderse en la equidistancia».

«El PSOE», ha concluido la alcaldesa, «siempre está dispuesto a quejarse de todo pero también siempre escurre la responsabilidad. No es que en su día no hicieran nada desde el Govern, a pesar de haberse aprobado financiar el derribo con fondos autonómicos. Es que, incluso, tuvieron el valor de no votar a favor de acabar con esta herida en nuestra costa. Y eso que lo llevan en su programa electoral. Pero, a la hora de la verdad, se ponen de perfil».