Alfonso Rojo: «El consumo en los supermercados no se ha reducido, sino que se ha adaptado»

Además, según Alfonso Rojo, los aumentos mensuales del IPC son subidas que los clientes han sabido «optimizar» al tener un mayor control de gastos. «El bolsillo no nota este incremento de un día para otro», explicó Rojo haciendo referencia al último aumento mensual del 4,1 % en abril.
No obstante, reconoció cómo la falta de lluvia durante tantos meses en Ibiza ha acentuado la escalada inflacionista, «encareciendo la cesta de la compra y convirtiendo las frutas y las verduras en artículos de lujo». El motivo, según Pimeef, es que la sequía ha afectado al campo ibicenco y ha mermado su producción y, por ende, su oferta. «Esto ha hinchado el precio de estos alimentos», lamentaron.
Sin embargo, Alfonso Rojo intentó ser positivo e indicó que, a partir de ahora, con el consumo de los alimentos de temporada se reducirán los gastos porque habrá una mayor producción de estos productos.

Por su parte, el vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) en las Pitiusas, José Antonio Roselló, lamentó que mientras que la inflación general se está «atemperando» no ocurre lo mismo con el precio de los alimentos. «La inflación de los alimentos se ha desvinculado de la tendencia general», subrayó Roselló haciendo hincapié en que este desajuste económico afecta al consumo y a la actividad del sector servicios.

Un problema de largo recorrido

En este sentido, adelantó que la subida de precios es un problema de largo recorrido que no se resolverá de aquí a unos meses. «Se puede ir doblegando la situación, pero no se solucionará pronto», subrayó e indicó que uno de los aspectos positivos dentro de esta curva negativa es el pacto de rentas acordado entre Gobierno, sindicatos y patronal que incluirá una subida salarial en los próximos años. Asimismo, resaltó que «la situación todavía podría empeorar si se produjeran los efectos de segunda ronda de inflación».