Imagen e archivo de viviendas en Ibiza. | Daniel Espinosa

La presidenta de la Federación Hotelera de Ibiza, Ana Gordillo, afirmó ayer que es «indiferente el número de viviendas que el Sareb pueda poner a disposición para alquilar en Ibiza, porque a fin de cuentas son muy pocas y no solucionan nada». Por ello calificó de «irrelevante» para la mayor de las Pitiusas el anuncio realizado el pasado fin de semana por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de poner en el mercado 50.000 viviendas del ‘banco malo'.

«Hace años que venimos arrastrando el tema de la falta de personal, que viene muy ligado al problema que tienen los trabajadores de fuera de conseguir una vivienda en los meses de verano a un precio que no sea desorbitado», reconoció Gordillo, quien achacó esta problemática al «intrusismo y la oferta ilegal».

Una casuística que «está a la orden del día estas temporadas, que no se ha podido paliar y que se va a repetir este verano», avazó la presidenta de los hoteleros. Para poder combatir esta situación los hoteles más pequeños están ofreciendo sus propias habitaciones a sus trabajadores, precisó Ana Gordillo, mientras que «las grandes cadenas de la isla están teniendo que alquilar bloques de pisos para sus empleados. Esa es la solución que se está dando desde el sector a la problemática y para poder atraer a ese personal que tanto necesitamos en la temporada de verano», concluyó.

El vicepresidente de CAEB en las Pitiusas, José Antonio Roselló, también fue ayer muy crítico con el anuncio realizado por Pedro Sánchez en materia de vivienda. «No se pueden despachar las cosas con una frase feliz que no tenga un contenido detrás», destacó Roselló, que ha recordado que «estamos ante un problema de especial complejidad».

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«Hay que preocuparse por este tema, por lo que menos hablar y más hacer por parte de todo el mundo, especialmente por parte de las Administraciones Públicas que a veces hablan de política de vivienda cuando realmente la política de vivienda es más bien escasa», insistió el vicepresidente de CAEB.

Roselló hizo hincapié en que una política de vivienda siempre es una política de largo plazo porque tiene la finalidad de facilitar oferta en el mercado. «Las casas se tienen que hacer y eso lleva su tiempo, y se facilita precisamente a través de vías jurídicas y legales que faciliten tanto la promoción pública como la promoción privada y la promoción público-privada», apuntó.

Manifestó, a su vez, que hay que tener una legislación suficientemente flexible que haga que los propietarios tengan incentivos para poner viviendas en el mercado. «No me refiero a incentivos fiscales», subrayó «sino a algo más importante que es que la contratación sea fluida y que no haya topes en los incrementos del alquiler» porque los propietarios saben muy bien hasta dónde pueden llegar «porque si los alquileres son excesivamente grandes no son alquileres cobrables».

También hizo hincapié en la necesidad de incidir en la política de los procesos de desahucio que «son absolutamente rígidos».