Aunar esfuerzos porque «el barrio de la Marina somos todos, vecinos y comerciantes». Es la principal conclusión de la reunión celebrada este sábado entre los dos colectivos que se han propuesto reactivar la zona: la Asociación de Vecinos de la Marina y la de Comerciantes.
Desde la primera, la presidenta Nadia Bourbia reconoció que están «muy bien» las propuestas presentadas hace algunas semanas por los empresarios para dinamizar la Marina en temporada baja. Según lamentó, «al 50% es un barrio muerto y cada año va de mal en peor».
Entre las problemáticas comunes, la presidenta consideró que mejorar la seguridad y la limpieza serían las actuaciones a ejecutar con urgencia. «Antes teníamos un policía de barrio, día y noche, y ahora no hay ninguno», lamentó también.
Durante la reunión, los vecinos sugirieron que habría que arreglar las aceras en el barrio y adecentar las calles sembrando plantas que den un poco de alegría a la zona. También coincidieron en lo beneficioso que sería que un minibús público recorriera las históricas calles del barrio para facilitar la movilidad a muchos residentes. «Queremos potenciar la cultura y la memoria histórica de la Marina», añadieron.
Bourbia aprovechó para recordar la necesidad de solucionar los problemas de ruido que deben soportar quienes residen en el barrio durante el verano.
Durante el transcurso de la reunión, ambas partes expresaron también su preocupación por lo que provocarán las obras del Mercat Vell y Sa Peixateria puesto que, según sus cálculos, van a eliminarse durante los trabajos cerca de 30 plazas de aparcamiento, uno de los grandes quebraderos de cabeza de quienes viven o trabajan en el lugar.
«Queremos intentar aunar esfuerzos para conseguir los propósitos que son buenos para ambas partes. Si cada uno va por su lado, pensamos que es muy fácil que después se tire por una tercera vía», declaró Victorino Planells, uno de los comerciantes que este sábado participó en la reunión.
La presidenta de los comerciantes, Elisa Roselló, puntualizó que «en un 90% de cosas ambas partes queremos lo mismo. Queremos un barrio con seguridad, que esté limpio y que tenga vida».
«Queremos un barrio amigo y ahora no se respira este ambiente», puntualizó.
5 comentarios
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La solución es eliminar los pisos turísticos ilegales y convertirlos en pisos residenciales. Parque sea una realidad el Consell debe actuar con contundencia y enviar a sus inspectores de vivienda a sancionar ilegalidades. Pero esto no ocurre. También los comerciantes cambiar el modelo de comercio de suvenir de verano y hacerlo atractivo para todo el año
Un vecindario con un mercado de drogas en Sa Peña, drogodependientes y personas sin hogar deambulando por sus calles, comercios "estafa para turistas" donde una pizza cuesta 28 euros (Il Dek Bistrot), una tostada y un zumo a 18 (Mar y Sol) y ropa sintética barata a precio de lujo (tienda In Touch). Nos quedan las 3 farmacias, el estanco, la lotería y JUANITO de CAN FONT para salvarnos...
Sin meter a todos en el mismo saco,yo personalmente dejé el barrio por parte del vecindario,no voy a dar nombres para que no se me tache de racista(pues no lo soy)pero cuanto más lejos de mí y de mi familia mejor.
Elisa, Rafa lo que quiere es una ciudad amable sin cruceros, sin taxis, con abuelos y abuelas y gente con movilidad reducida en bici y en patinete, sin comercio, sin coches, sin aparcamientos haciéndonos amigos de ratas y cucarachas, con las calles tomadas por pedigüeños y multiculturidad, quiere una ciudad que huela a victoria chavista y en lo alto de esta ciudad con multitud de olores, en Cas Mut, vivirá la élite con los votos de toda la ristra de subsidiados. La única solución para la Marina y el resto de Vila es echar a esa panda de iluminatis
Aquilar con obligación de abrir todo el año (no creo que sea legal) seria una buena opción. Alquilar a negocios que quieran abrir todo el año y no a temporada por ganar más dinero seria otra opción.