Imagen de archivo de la desaladora de Santa Eulària.

Las similitudes entre lo acontecido a finales de 2015 y este mes de enero, con las reservas hídricas por debajo de lo esperado, han llevado al Govern a pedir a los municipios de Baleares cautela y medidas ante un posible escenario de sequía este próximo verano. Cabe recordar que, en 2016, la escasez de agua impulsó la aprobación del Decreto 34/2016, de 17 de junio, por el cual se declaró la situación de sequía extraordinaria en Ibiza.

La directora general de Recursos Hídricos, Joana Garau, puntualizó este sábado que la situación es «preocupante». En Ibiza, las reservas hídricas se situaban el pasado diciembre en el 52% frente al 58% registrado durante el mismo periodo de 2021. Con la solicitud formulada a los ayuntamientos y Consells, desde el Govern quieren adelantarse a determinados episodios «y no esperar al último momento». «Incluso ahora estamos en una situación un poco peor que en diciembre de 2015», aclaró.

Acuíferos sin recargar

Garau lamentó que, con la escasez de lluvias este pasado otoño, los acuíferos no han podido recargarse y las precipitaciones registradas durante meses como noviembre no han servido para mejorar la situación. Sin embargo, a diferencia de algunos municipios donde no hay nada planificado en este sentido, las Pitiusas pueden respirar tranquilas puesto que todos los ayuntamientos han presentado al Govern sus Planes de gestión sostenible del agua, avanzando posibles medidas a adoptar.

«El caso de Ibiza y Formentera es diferente porque, después de la sequía de 2016, todos los municipios y administraciones han trabajado para evitar más situaciones de este tipo. En las Pitiusas están haciendo una muy buena gestión de los recursos naturales y están usando agua desalada durante todo el año, dejando los acuíferos como reserva, lo cual se nota. De hecho, Ibiza y Formentera están mejor que otras zonas de Baleares», declaró Joana Garau, quien reconoció que «me preocupan más Mallorca y Menorca porque las Pitiusas han hecho los deberes». «Estamos bastante preparados en Ibiza y Formentera para afrontar una posible sequía este verano», incidió.

El incremento de las temperaturas, tal como sucedió en las islas el pasado verano, provocó también durante la temporada una mayor demanda de agua, otro factor que preocupa en la Dirección General de Recursos Hídricos. «Ibiza y Formentera son un ejemplo de gestión a nivel local porque los ayuntamientos han colaborado y han trabajado mucho en la línea establecida en 2016», reiteró Garau.

Pitiusas

Instituciones como el Consell de Formentera destacaron este sábado que, por el momento, su situación hídrica es de normalidad. También explicaron que, mayoritariamente, el agua que se consume en Formentera proviene de la desaladora, por lo que a día de hoy no hay problemas de abastecimiento, aunque se estudiarán posibles acciones si la situación empeora de cara al verano. El Consell recordó que en los últimos años se han lanzado campañas de concienciación ciudadana, dirigidas tanto a turistas como a residentes, para reducir el consumo de agua y, al mismo tiempo, proteger la posidonia evitando tirar determinados restos al WC.

Desde el Ayuntamiento de Eivissa explicaron también que cuentan con un Plan de Gestión del Agua que precisamente establece las medidas a adoptar en este tipo de situaciones. De hecho, Vila comenzó a perfilar estas acciones a finales de septiembre de 2022, cuando Recursos Hídricos ya anunció que Ibiza entraba en situación de prealerta por sequía.

Justo en aquel momento se constituyó la comisión municipal de sequía, tal como establece el plan, cuyo objetivo es analizar y acordar las medidas a aplicar en cada escenario, así como evaluar los resultados y los recursos hídricos disponibles. Dentro del plan de gestión, y en caso de prealerta por sequía, se detallaron también otras medidas que se podrán aplicar si se considera necesario. Entre estas acciones, se incluye incrementar los controles semanales de la calidad del agua en los acuíferos y los niveles que presentan. También, aumentar las labores del servicio orientadas a la detección de fugas y reducir el tiempo de funcionamiento de las fuentes ornamentales; el de las duchas públicas en las playas o el riego de jardines, en la medida que sea posible.

Entre otras acciones, el plan incluye la opción de comunicar la situación de prealerta por sequía a grandes consumidores como establecimientos turísticos o instalaciones portuarias, promoviendo el cumplimiento de las restricciones propias de un escenario de alerta por sequía.

El Consistorio de Santa Eulària, por su parte, destacó que siguen impulsando actuaciones de renovación en las redes municipales de suministro de agua para reducir las posibles fugas. En breve, el Ayuntamiento tiene previsto contactar con grandes consumidores, como comunidades de determinadas urbanizaciones y algunos particulares, para informarles sobre la situación actual y que traten así de racionalizar su gasto.

El Ayuntamiento de Sant Josep recordó la puesta en marcha de su ordenanza del agua que incorpora una gestión «muy responsable» de un escaso recurso y que se mantiene en el tiempo, a pesar de la mejora hídrica registrada en los últimos años. Minimizar las captaciones de agua en pozos y reducir fugas en la red municipal, son otras acciones puestas en práctica en la localidad. Sant Josep reiteró sus intenciones de llegar a abastecerse de agua desalada durante todo el año, aunque la producción actual no es suficiente para atender toda la demanda.