La Asociación de paraguayos de Ibiza y Formentera celebró la tarde del sábado la clausura de las actividades solidarias que ha emprendido desde la llegada de la pandemia en 2020. Celebración con la que también quisieron recordar que el próximo jueves, 8 de diciembre se conmemora el día de la patrona de su país, la Virgen de Caacupé.

De esta manera, más de un centenar de asistentes al Centro Cultural de Puig d'en Valls pudieron disfrutar con trajes, ritmos y danzas tradicionales de Paraguay. Danzas como la ‘galopera', que se baila con cántaros de agua sobre la cabeza, dejaron lugar, también, a una muestra de la gastronomía del país latinoamericano, como la ‘chipa', una suerte de rosquilla elaborada con harina de yuca y queso.

Sin embargo, Evelin Pereira, presidenta de la asociación, ponía el acento en el carácter de celebración por el cierre de tres años marcados por la pandemia. Pandemia que dio un giro de 180 grados a las actividades de la asociación paraguaya que, hasta ese momento, dedicaba sus esfuerzos a la divulgación de su cultura y que cambió el sentido de su trabajo para enfocarse en actividades solidarias. «Recogida de alimentos, pero también gestiones consulares, con el visto bueno del Consulado paraguayo, para facilitar los trámites a nuestros paisanos para sacarse, por ejemplo, el pasaporte», detallaba Pereira, que cifra la población paraguaya en las Pitiusas en 5.000 personas, de las que asegura que «la mitad de ellos se encuentra sin papeles. Por eso estos tres años hemos tenido que trabajar muy duro para echarles una mano».

De esta manera, el evento culminó con la entrega de reconocimientos a los bailarines en la celebración, reconocimiento que, tal como apuntaba Pereira, «es un documento oficial válido, que justifica que son personas implicadas en la sociedad y que le servirá de ayuda a la hora de regularizar su situación».