Moreno muestra los orines en una esquina. El hedor es más que notable. «La gente mea y caga aquí porque no hay baños públicos y esto no lo limpian los que lo tendrían que limpiar», lamenta, «lo hacen los vecinos y lo hago yo, pero no quienes tendrían que hacerlo. Y mira que es fácil arreglar el problema. Con poner baños públicos, dejaría de haber meados por todas las esquinas».
Conoce el barrio como la palma de su mano y, a pesar de sus evidentes problemas de salud, no le cuesta recorrerlo buscando la porquería que hay que sacar: «Yo vivo aquí y me gusta que mi barrio esté limpio. ¿Por qué no hay apenas papeleras? ¿Por qué los barrenderos no limpian casi?».
Muchos vecinos del histórico barrio de Vila limpian a diario las entradas de sus casas. En la mañana de este extrañamente caluroso lunes de noviembre cubos y escobones forman parte del panorama de uno de los barrios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.
En la calle Vista Alegre, una residente friega con fuerza la entrada a su domicilio. «Si no lo hacemos nosotros», explica, «esto no lo hace nadie. Lo que yo me pregunto es por qué es tan difícil que vengan a limpiar aquí como hacen en otras zonas de la ciudad». Y añade: «Necesitamos limpieza, necesitamos más contenedores, necesitamos más barrenderos… A ver si alguien en el Ayuntamiento hace caso».
Hedor insoportable
Frente a su casa se encuentra un edificio del que solo quedan las paredes. En el interior, la basura es la protagonista. Bolsas, latas, muebles, algún ventilador destrozado… Todo a los pies de la muralla renacentista reconocida por la UNESCO como patrimonio universal. Justo en el punto en el que se encuentra uno de los miradores desde los cuales se puede observar sa Penya.
En el estrecho callejón de uno de los laterales del edificio, se acumulan también basuras, escombros y heces. Un pequeño reguero de agua amarilla y maloliente recorre el paso. La peste es insoportable. Al otro lado, entre Vista Alegre y sa Pedrera, la plaza está destrozada. Grafitis, basura y desperfectos se dan la mano con las numerosas latas y botellas que cuelgan de los matorrales que nacen en la propia muralla. No llevan ahí dos días precisamente.
En el callejón del periodista Carlos Tur, una de las personas que más trabajó para lograr que la UNESCO reconociera Dalt Vila como Patrimonio de la Humanidad, el panorama es igualmente lamentable. Basura, cartones, orines, heces y hasta un par de taburetes llenan los escalones. En la calle Alta la cosa no mejora. Otro edificio del que solo quedan en pie las paredes se ha convertido en el vertedero particular de algunos residentes en el barrio. Los más incívicos prefieren tirar directamente la basura a la calle, con pañales usados incluidos.
Fin de temporada
En sa Penya conviven dos Ibizas muy diferentes. La de los más vulnerables y la de quienes decidieron instalarse en el barrio pensando que lo hacían en una zona realmente histórica. Entre estos últimos, algunos están ya muy hartos de la situación. Hablamos con varios de ellos. Todos rechazan identificarse «por miedo a las represalias». Pero sus quejas están ahí:»Nosotros, como residentes en la zona, intentamos mantenerla limpia y ordenada y estamos bajo constante presión del Ayuntamiento para hacer reparaciones en las fachadas porque quieren que esto parezca original para los turistas. Pero luego nunca nos apoyan limpiando el barrio o pintando las zonas públicas». Otro se indigna todavía más cuando recuerda que son los residentes en el barrio los que están haciendo unas labores que debería llevar a cabo el Consistorio. Un ayuntamiento al que, señala, «se le pagan impuestos para la reparación y el mantenimiento de esta zona».
Un tercero asegura que la situación en sa Penya se ha agravado al acabar la temporada turística pues, en estos momentos, «no se realizan trabajos de limpieza ni de mantenimiento de las calles». Y se pregunta hasta qué punto es aceptable que los vecinos vivan «en estas condiciones insalubres». «Hay que hacer algo antes de que alguien sea atacado por las enormes ratas que corren por todas partes después del anochecer o se enferme por la suciedad que prolifera por aquí», advierte.
La respuesta de Vila
El Ayuntamiento, por su parte, se escuda en «las peculiaridades del barrio» y en las «actitudes incívicas» de «una parte de sus vecinos», que «cada vez es menor» para justificar la actual situación. Esto afecta a «todos los vecinos de sa Penya que sí cumplen con sus obligaciones» porque es «complicado que la limpieza se mantenga». Fuentes municipales señalan que no es cierto que se haya reducido la frecuencia de los servicios de limpieza y aseguran que se prestan prácticamente a diario y en diferentes franjas horarias. Incluso, recogiendo materiales que no corresponden a los servicios de limpieza municipales.
20 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Lucifer¿Te refieres a lo que los alemanes hicieron con los judíos en los años 30? Nazi...
Quan vivien es pescadors eivissencs allò estava net com una patena. Eren altres persones i altres costums.
Expropiacion y destierro,para los incívicos,traficantes y demás sucedáneos.Se les han dado ya demasiadas oportunidades,payos o gitanos.Si no sabes convivir e integrarte en una comunidad y además de eso, la destruyes…EXPROPIACION Y FUERA!
Difícil solucion. Fijense si sacarían, desalojarían todos estos individuos del barrio, para luego subasanar esta joya, habrá que colocarlos en agún sitio. Dónde ? Quien quiere una familia numerosa de esta catergoría como vecinos , al lado de su casa o en el edificio dónde tiene su pisito ? Por que aúnque desplazados, su habitos los mantendrán. Los desplazan. Faltarían medidas más drásticas, imposibles a aplicar en el presente sistema politico. P.E. como lo practican el america latíno, todos los chorizos juntos en un pueblo cerrado y fuertemente envalladoy vigilado, con toda la infrestructura, luz, agua, y que se autogobienen. Acceso solamente para el provisionamiento de productos necesarios, alimentos, materiales de construcción, medicinas. Alli pueden acumular toda la basura que les parece oportuna y que sean felices.
El problema de Sa Penya es un colectivo concreto, que no sabe lo que es el civismo. Ese barrio está en un estado deplorable porque unos cuantos lo maltratan. Se podría limpiar cada día con salfuman y a las pocas horas volvería a estar de pena. Lamentable.
Vergüenza le debería dar a Sir Ruiz tener ese barrio así ,,es bien facil limpiar el barrio en todos los sentidos , si yo se quien son los traficares , no lo van a saber ellos
Yo les diría mientras sigáis traficando no hay limpieza , vosotros decidís
vila ha hablado!"asi que el problema de la Peña se soluciona con un barrendero" Pues lo mismo que el problema de la Peña se soluciona regalando unos apartamentos en la zona a policías nacionales
asi que el problema de la Peña se soluciona con un barrendero, gracias periodico por mostrarnos la Luz....
El problema de Sa Peña, va más allá de conductas incivicas, que las hay, de la falta de limpieza que es obvia. Habría que abordarlo desde una perspectiva Socio-Sanitaria y de una forma Integral.