Imagen de archivo del puerto de Ibiza. | Archivo

La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha destacado que para las labores de limpieza de la lámina de agua en los puertos de Ibiza y la Savina se han comenzado a usar dispositivos únicos en el litoral español.

En concreto, se trata de equipos autosuficientes a nivel energético y más sostenibles con los que mantener los puertos limpios y, al mismo tiempo, reducir la huella de carbono, según ha informado APB.

El compromiso adoptado por la empresa Patena Pitiusas, encargada de esta labor, es no superar los 20 objetos en un área de 50.000 metros cuadrados.

APB ha explicado que el servicio es gestionado por un equipo de profesionales permanentemente de guardia, que responde a posibles incidencias con un tiempo de respuesta máximo de 30 minutos.

Así, los 818.000 metros cuadrados de lámina de agua del puerto de Ibiza requieren 38 medias jornadas al mes de trabajo, mientras que los 53.000 m2 del puerto de la Savina se mantienen en perfecto estado con seis medias jornadas.

APB ha recordado que una limpieza a fondo de la lámina de agua mejora la seguridad del puerto, reduciendo la probabilidad de colisiones con grandes objetos, hélices bloqueadas y averías por obstrucción en los circuitos de refrigeración.

Residuos

Desde octubre de 2020 se han realizado 42 jornadas de lucha contra la contaminación.

De las casi cinco toneladas de residuos recogidos desde octubre de 2020 a julio de 2022, un 47 por ciento corresponde a rechazo, un 33 por ciento a orgánico y un 20 por ciento a plástico. En cuanto a la procedencia, la mayoría procede de tierra (38 por ciento), mientras que un 26 por ciento llega del mar.

Los residuos se clasifican por origen y todo queda registrado en una base de datos de utilidad científica.

Además, se atienden emergencias por vertido de hidrocarburos, aguas grises, obstáculos a la navegación y asistencia a la APB en incendios y hundimientos de buques.

Embarcaciones

Tres embarcaciones prestan su servicio en la limpieza de la lámina de agua. La primera, 100 por cien eléctrica y solar, cuenta con una pala central hidráulica, capaz de recoger objetos que van desde los 10 milímetros a una tonelada.

Una segunda embarcación realiza la limpieza de zonas de mayor riesgo y en condiciones de mala climatología y opera en las actuaciones de lucha contra la contaminación. Es híbrida y cuenta con placas fotovoltaicas y motor eléctrico.

El equipo de limpieza se complementa con un dron de limpieza de superficie de dos metros de eslora y una cesta de carga para recogida de residuos marinos de 250 litros de volumen y una autonomía de ocho horas. Está pensado para llegar a las zonas de más difícil acceso entre pantalanes y barcos.