Al ser una playa con poca profundidas y extensos metros de arena, la convierten en una playa ideal para familias con niños. | Irene Arango

A tan solo cinco kilómetros de Santa Eulària se encuentra Cala Llonga, una de las zonas más turísticas y populares del municipio y de la isla de Ibiza. Allí se encuentra la playa de Cala Llonga.

Cuenta con más de 200 metros de longitud y 90 metros de anchura por lo que, a diferencia de otras calas de la isla, encontrar sitio para estirar la toalla no es tarea difícil. De hecho, en Cala Llonga se pueden encontrar infinidad de hamacas y sombrillas y aún así queda libre una gran zona de arena para el resto de bañistas que prefieren estar sobre la arena. «Lo que destacaría de Cala Llonga es su comodidad. A mi me queda a 10 minutos de casa, es accesible con los ‘nenes' y aparcar el coche no es un calvario», señaló Ana a Periódico de Ibiza y Formentera.

Muy familiar

Quizá una de las características que más destacan de la playa, además de su comodidad y accesibilidad como destacan algunos bañistas, es el entorno en el que se encuentra. Cala Llonga está situada prácticamente en un acantilado, donde reina una frondosa vegetación solo ocupada por algún que otro hotel o urbanización.

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En sus alrededores se puede encontrar varias tiendas de souvenirs, hoteles, bares, tiendas de alimentación o boutiques. Esto la convierte en una de las zonas preferidas para turistas. Pese a eso, es una de las playas más tranquilas de la zona.

Sus aguas son tranquilas y transparentes y, además, en los meses de temporada alta cuenta con bombas submarinas encargadas de renovar el agua constantemente.

Asimismo, es una playa poco profunda y para llegar a cubrir a una persona debes adentrarte bastante. Todo esto, sumado a la zona de juegos en la arena situada a escasos metros, la convierten en una playa ideal para familias con niños.