«Gracias a las madres donantes de leche, muchos bebés prematuros sobreviven»
Camila Escobar es una de las 100 mujeres receptoras que se han beneficiado del banco de leche materna de Can Misses
1 de 3 | Una enfermera muestra la nevera donde se guarda la leche donada congelada, a 30 grados bajo cero, que llega al banco de Can Misses para la conservación y el posterior suministro. | Irene Arango
2 de 3 | Una enfermera atiende a la pequeña recién nacida Anita Esquilarde, bebé prematuro. | Irene Arango
3 de 3 | El doctor Bartolomé Bonet. | Irene Arango
«La generosidad de las madres donantes de leche materna es inmensa. Gracias a ellas, muchos recién nacidos prematuros sobreviven», destacó Camila Escobar. Esta madre, que lleva afincada en Ibiza más de 20 años, dio a luz a un bebé de menos de 35 semanas en Can Misses.
En este sentido, subrayó a Periódico de Ibiza y Formentera que tuvo complicaciones obstétricas antes de dar a luz, al romperse la bolsa amniótica de forma espontánea. Una situación que le ocasionó una cesárea de urgencia en el hospital. «Tuve mucho miedo en ese momento. Yo solo quería que mi hija naciera bien», señaló esta risueña mujer un día después de dar a luz. Y así fue, su pequeña Annita Schilardi, que pesó al nacer 1,850 kilogramos, nació sana pese al parto prematuro.
Riesgo de enfermedades
Según el jefe de Pediatría del Hospital Can Misses, Bartolomé Bonet, al ser un bebé prematuro, Annita podría sufrir el riesgo de contraer enterocolitis necrotizante. Se trata de una enfermedad grave en los recién nacidos que se produce cuando el tejido del intestino grueso se inflama.
«La administración de leche materna disminuye el riesgo de que estos bebés desarrollen esta enfermedad. Hoy en día es obligatorio tener esta leche para estos niños prematuros», explicó Bonet. Asimismo, subrayó que este alimento les protege contra los problemas intestinales graves y disminuye el riesgo de infección en lactantes hospitalizados que carecen de leche de su madre.
Cabe recordar que fue en 2013 cuando el hospital Can Misses incorporó este banco al servicio de Pediatría. Desde entonces, el banco de leche materna de Can Misses ha servido como centro de conservación y suministro tras prescripción médica. En esta línea, las demandas de leche materna han sido atendidas por la Fundación Banco de Sangre y Tejidos de Balears, que también es un centro de recepción de donaciones. Según el Área de Salud de Ibiza y Formentera, desde 2013 más de 100 familias se han beneficiado del banco de leche materna de Can Misses. «Este año llevamos 11 partos prematuros, pero en 2021 tuvimos 65», explicaron. Los partos prematuros son los bebés de menos de 35 semanas, casos en los que, según Bonet, se debe utilizar este alimento. Por este motivo, para Camila Escobar esta labor es tan importante. «Hay que poner en valor el gesto altruista y anónimo de la donación de leche materna», puntualizó. Esta mujer subrayó satisfecha que como, finalmente, pudo extraerse el calostro para alimentar a su bebé, alternaría ambas leches.
«Tengo muchas ganas de que mi otra hija pueda conocer a Annita. Se moría de ganas de tener una hermanita», señaló feliz. Bonet quiso destacar que las madres donantes han de someterse a un estudio previo para ser aceptadas. Una vez son aptas se les proporcionan recipientes de cristal estéril y etiquetas para la identificación de los envases. «La leche donada es la mejor alternativa para prematuros y recién nacidos enfermos», apuntó. Asimismo, el jefe de servicio de Pediatría de Can Misses explicó que esta leche puede estar almacenada bastantes meses, pero tiene que estar a 30 grados bajo cero para que los miles de litros que almacena este banco se mantengan estables. «La leche se puede tener meses. Nos la mandan con nieve carbónica, para mantenerla congelada, de forma periódica desde la Fundación Banco de Sangre y Tejidos de Baleares», afirmó. Bonet puntualizó que siempre hay reservas, puesto que siempre tienen almacenada. Sin ir más lejos, apuntó que un mismo fin de semana nacieron tres prematuros en Ibiza. «Hay meses que no tenemos ningún prematuro. Uno de los problemas es que los partos oscilan. A lo mejor en dos meses nada y, en dos días, tres o cuatro. Esto hace que se pueda agotar la existencia. Por eso, hay que prevenir», concluyó Bonet.
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