Cientos de personas –unos 650 participantes en 20 grupos según las cifras oficiales– tomaron parte ayer en el colorista desfile de Carnaval de Sant Antoni. El mal tiempo deslució un tanto un espectáculo que, pese a todo, contó con una gran variedad de atuendos.
Así, aunque, según algunos de los ciudadanos allí presentes, el Carnaval estuvo «mucho más flojo que otros años», la magia de los disfraces no desmereció lo vivido otros años. Algunos de ellos eran insospechados o difícilmente descriptibles, la imaginación al poder.
En otras versiones, los participantes en la rúa se decantaron por las típicas pinturas de gato en la cara, disfraces de hawaianos y hippies –algunos de los cuales iban tocando el bongo en su carroza–, escuadrones romanos o los siempre recurrentes payasos.
Hubo muchos disfraces de súper héroes, tales como Spiderman, Ironman, Thor y otros protagonistas de Marvel. De ellos, la mayoría eran niños, cuyo número en el desfile fue bastante amplio. De entre éstos, muchos optaron por vestirse de personajes de Disney, como Mickey y Minnie.
Protagonistas del Mago de Oz, como el Robot de Hojalata, también tuvieron su hueco en una tarde que retrotrajo a su infancia a los allí presentes. Por ejemplo, con el clásico juego del Comecocos.
Tampoco faltó quien se disfrazó de payaso o de otros artistas de circo, o de los dracs del cel. Gente bañada en sangre, algunas otras personas más ligeritas de ropa, o, al revés, con gruesas túnicas medievales o de fraile, y chicas transformadas en ratón como por arte de magia adornaron un Carnaval en el que no faltaron –como no podía ser de otra forma– los mensajes contrarios a la guerra Rusia-Ucrania.
En este sentido, decenas de ciudadanos se envolvieron en banderas de distintos países para llamar a la hermandad, o en las estrellas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pero no sólo estuvo el mensaje ‘No a la guerra', sino también otros como ‘Peace and love' (Paz y amor) o SOSMedioambiente, en un grito desesperado por intentar ayudar al planeta.
La rúa, que comenzó su paseo en la avenida Doctor Fleming, siguió por un tramo de la avenida de Portmany, el Passeig de ses Fonts y el Passeig de la Mar, de donde se regresó al comienzo.
Con categorías de adulto, joven o infantil, y en modalidades individual o pareja, comparsa a pie o carroza con vehículo, en otra modalidad participaron los centros educativos del municipio.
Al final del desfile, se repartieron 9.600 euros entre las distintas categorías de los participantes, en quienes el jurado puntuó aspectos como la originalidad, la creatividad, el reciclaje de materiales, la animación o la elaboración de la carroza y el vestuario.
De esta forma, Robotic@s de Sant Antoni fue, en opinión del jurado, la mejor carroza infantil, en tanto que Rinxols d'or obtuvo el premio a la mejor comparsa infantil. Por colegios, el más votado fue el CEIPSant Antoni con sus disfraces a favor de las lagartijas –Salvem Ses Sargantanes–. La mejor carroza joven fue la de los protagonistas de Marvel.
Ya en adultos, La unión hace la fuerza fue votada como la mejor comparsa y Viva la vida como la mejor carroza. Por último, Dracs del cel se llevó el galardón al mejor adulto en modalidad individual o pareja.
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