La tienda tipo yurta contaba en el interior con alfombras telas y algunos muebles hechos a partir de colchones y maderas. Su desmantelamiento fue sencillo dado que consistía en telas y soportes, algo que reduce notablemente la sanción al ser una construcción de escaso valor.
La Conselleria de Gestión del Territorio ordenó esta semana el desmantelamiento de una tienda de campaña tipo yurta destinada al alquiler e instalada en suelo rústico protegido.
Los técnicos del Consell d'Eivissa realizaron las pesquisas para localizar esta instalación y comprobar que estaba en terreno protegido. Tras realizar las comprobaciones oportunas se instó al propietario de los terrenos a proceder a retirar la yurta, a lo que accedió voluntariamente.
Al restablecer la legalidad y tratarse de una construcción de escaso valor, el propietario de los terrenos se enfrenta a una sanción reducida. El restablecimiento de la legalidad implica una reducción de la sanción del 95 % y la sanción se calcula conforme al valor de la construcción, en este caso una yurta hecha de palos y telas. Es por ello que, dado el valor mínimo de la sanción, desde el Consell indicaron que se valorará si se procede, o no, a elaborar un expediente de infracción urbanística con un trabajo administrativo considerable.
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