Al menos un proyecto hotelero se habría salvado por la campana de la moratoria de plazas turísticas aprobado por el Govern dentro del decreto ley de medidas urgentes para la sostenibilidad y la circularidad del turismo de Baleares.
Manuel Sendino, gerente de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), dijo ayer en el programa Bona Nit Pitiuses de la TEF que conocía dos proyectos que estaban pendientes de ponerse en marcha en Ibiza, uno de ellos se habría quedado en el aire mientras el otro presentó «esa misma mañana una solicitud» de plazas.
La Fehif recibió el texto que incluía la moratoria a las siete de la mañana del mismo día en que se publicó la norma en el Boletín Oficial de las Illes Balears (BOIB).
Sendino añadió que estaba seguro de que algún proyecto más habría quedado congelado durante los próximos cuatro años o suspendido definitivamente. El Consell ahora debe decidir tras la moratoria si recupera las 9.500 plazas que quedaban disponibles en la isla o las suprime en la redacción del Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT) o en el Plan Territorial Insular (PTI).
Este aspecto, el de la congelación del crecimiento turístico en la isla, es el único sobre el que la federación hotelera no se ha pronunciado. A pesar de ello, Sendino sí indicó que podía existir aceptación dentro de una parte del sector, dado que la imposibilidad de solicitar nuevas plazas turísticas implicaría que no pudiese aparecer nueva competencia.
A pesar de ello apuntó que la falta de proyectos nuevos podía influir en una falta de ambición por modernizar la planta hotelera, «colectivamente tampoco es tan bueno, pienso yo», dijo, al tiempo que reivindicó una mayor eficacia de las instituciones para perseguir la oferta ilegal si es que se quiere reducir la presión turística «y si viene alguien a hacer un hotelazo, pues que lo haga, porque eso nos da prestigio a todos como destino y nos da categoría».
Respecto a la reunión entre los responsables de la federación hotelera con el conseller de Turismo, Iago Negueruela del pasado martes, Sendino confesó que había existido comunicación en todo momento con el Govern, por lo que el conseller «quizás tenía algo de razón» al quejarse de las declaraciones hechas por los hoteleros tras la aprobación del decreto ley.
Sí que insistió en que, desde su punto de vista, no había habido una negociación porque en una negociación hay dos partes que debaten sobre un tema. «Nosotros hemos escuchado, hemos alegado y se nos ha atendido o no», argumentó.
Detalló que la Conselleria sí había escuchado y atendido prácticamente todas las peticiones, excepto la solicitud de que el Impuesto de Turismo Sostenible sirviera para ejecutar toda una inversión «que estaría ligada al espíritu de este impuesto». El Govern habría respondido que existirán ayudas directas a esta inversión que provendrán de fondos europeos.
Otra petición no atendida, al menos no como pretendía la Fehif, habría sido la prohibición de los albergues juveniles o, al menos, su regulación adecuada para que no supusieran una competencia desleal, según consideran los hoteleros.
Detalló el caso de Ibiza, donde existe un albergue juvenil, «un hostal que se llamaba las Urdes que tenía, si no me equivoco, 84 plazas y era un hostal familiar. Se vendió y los inversores lograron el permiso municipal para el cambio de uso. Eso fue la versión turística de la multiplicación de los panes y los peces. En el mismo sitio hay casi 400 plazas. Esto no es congruente, porque es aprovechar lo mejor de los dos mundos. Soy turístico de hecho, tengo precios alineados con el mercado de la isla y abro sólo durante la temporada, pero no cumplo la normativa», criticó.
Defendió que desde el sector se busca que este exponente no se convierta en ejemplo. «Que se aplique la ley y que los albergues juveniles sean albergues juveniles, no establecimientos turísticos de tapadillo».
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