Lo efímero de la vida, la frágil existencia humana ha preocupado a las personas desde el principio de los tiempos. Por eso las construcciones culturales sobre la transcendencia constituyen un germen presente en sociedades y culturas a lo largo y ancho de los siglos y la historia. Hoy proponemos captar con detenimiento el amuleto más difundido en la Antigüedad tanto en Egipto como en todo el Mediterráneo. En Ibiza, la mayor de las Pitiusas, son todos unos expertos en la materia. Y lo son a través de la importante influencia púnica que fraguó la historia antigua de esta tierra en medio del mar. Hoy conoceremos mejor al escarabeo, el 'pasaporte' para la vida eterna más famoso de la Antigüedad.
Tradicionalmente se ha considerado al escarabajo pelotero un insecto sagrado pues, según la cosmologia egipcia, «cada día el disco solar emergía del horizonte empujado por un enorme escarabajo, igual que estos hacen con su pelota en las arenas del desierto».
Popularidad
La popularidad de este objeto de poder con forma de escarabajo fue tal que se convirtió en un elemento común en el ajuar de las castas más distinguidas del funcionariado y la realeza egipcia durante largo tiempo. De forma coetánea y también posterior los fenicios, ávidos comerciantes y navegantes, esparcieron sus creencias y también sus amuletos por toda la cuenca mediterránea. Esa fue la forma en la que presumiblemente llegaron a Baleares estos poderosos amuletos.
Los textos antiguos grabados en jeroglíficos afirmaban que aquellos que lo portaran en la muerte podrían resucitar y alcanzar la vida eterna. Las paredes del MAEF albergan más de 300 escarabeos hallados en yacimientos ibicencos, un importante bagaje cultural ampliamente destacado y reconocido por los especialistas de la arqueología, la historia antigua y la historia del arte.
Principalmente los encontraron excavando en tumbas, este destacado en particular fue descubierto hace algo más de cien años, en 1921 en el yacimiento de Puig des Molins, en Vila, considerada una de las necrópolis más importantes de esta parte del Mediterráneo. En su parte superior muestra un escarabajo pelotero «cuyo signo jeroglífico representa al dios Jepri», dice el experto. Se trata de una expresión de Ra como Sol naciente, y es un símbolo de la constante transformación de la vida. «Jepri garantizaba la resurrección de los difuntos como el sol 'resucita' cada mañana impulsado por él», enfatiza.
La civilización púnica
Sin embargo, la civilización púnica ocupa un papel central en esta historia. Sin ellos los escarabeos posiblemente nunca hubieran llegado hasta nuestra tierra, no desde luego en la magnitud que lo hicieron «a partir del siglo VI» antes de Cristo, cuando «fueron adoptados y difundidos por todo el Mediterráneo, y «elaborados en talleres púnicos, griegos o etruscos en piedras duras semipreciosas, como el ágata, la cornalina y el jaspe verde».
¿Y la otra cara? Esta se utilizaba como lienzo para representar a «divinidades» y otro tipo de seres extraordinarios importantes en el imaginario popular mediante «inscripciones jeroglíficas». Abundaban figuras míticas como «Isis, Horus, Harpócrates, Bes, la gata Bastet, Osiris, Set, la Barca Sagrada, guerreros con escudo, personajes frente a un altar, seres fantásticos o animales luchando», dependiendo en cada caso de las preferencias del creyente y de las modas imperantes en la época. No hay que olvidar que, en origen, se trata de un objeto muy preciado, distintivo del poder económico, político y social.
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