El presidente de Formento de Turismo de Ibiza, Alejandro Sancho (Ibiza, 1977), destaca cómo todos los sectores económicos de la isla se han ido actualizando en las últimas temporadas, lo que posibilita ofrecer una oferta «muy a la última» a nivel internacional. Al mismo tiempo, cree que hay que seguir trabajando para mejorar algunas infraestructuras insulares que no habrían evolucionado al mismo ritmo. Como tantos expertos turísticos, la aparición de nuevas variantes y el desarrollo de la pandemia mantienen a Sancho en vilo, sobre todo en relación a cómo será el verano de 2022.

Entidades turísticas relevantes han expresado su temor a que la pandemia vuelva a amargar a muchos la campaña veraniega.
—En las últimas semanas hemos visto cómo la variante Ómicrom ha tenido mucha relevancia a nivel internacional, básicamente en Europa donde están nuestros principales mercados emisores tanto para Ibiza como para el territorio nacional. Así, desde algunos países las ventas se han frenado prácticamente por completo y en otros, ha habido una ralentización muy alta. La verdad es que se puede ver desde diversas perspectivas y se puede pensar que hasta hace unas semanas el timing de ventas era muy bueno, con un mercado británico registrando un ritmo muy positivo.

¿Creen entonces que este turismo se recuperará pronto?
—Han estado en una situación muy complicada y, a pesar de ello, Ibiza se ha defendido y el ritmo de ventas era muy bueno. Tienen además la esperanza de que un destino como el nuestro, en cuanto se normalice la situación, tendrá una recuperación rápida. Otros lugares del centro de Europa como Alemania o Bélgica sí permanecen parados, aunque ahora sea un periodo importante de ventas.

Hace escasos días se conocía la cancelación de la feria ITB de Berlín.
—Sí, ellos suelen ser muy previsores y, viendo que la situación de la pandemia podía alargarse, han preferido cancelar la feria. Debemos ver cómo van pasando las semanas porque algunos países tienen una tasa alta de vacunación y si, pasadas las Navidades la situación está controlada, se puede animar en poco tiempo el ritmo de ventas. Algunos, incluso, han hecho cálculos de que podrá ser a finales de enero o principios de febrero. Vamos a ver si es cierto porque sería una muy buena noticia que Ibiza tuviera para el 2022 unas previsiones bastante optimistas.

¿Es de los que cree que la pandemia ya se había superado?
—No pensábamos que fuera un verano normal puesto que algunos mercados tienen la tasa de vacunación más baja. Otros, por cultura, tampoco toman medidas demasiado restrictivas y estaba claro que las variantes podían aparecer. Creo que hoy en día el tema de la pandemia está bastante asumido y ahora atravesamos unas semanas de incertidumbre hasta que se estabilice todo. Hay que ver si las dosis de refuerzo pueden ayudar a mejorar la situación actual. Seguramente, la de 2022 no será una temporada normal, pero sí puede ser muy buena si recuperamos los principales mercados emisores y podrá ser mucho mejor si la comparamos con 2020 o 2021. Habrá que ver si todos los sectores podrán trabajar.

¿Creen que Fitur sí podrá celebrarse a finales de enero?
—Dentro de la complicada situación del 2021, Fitur se celebró en un formato más light en mayo. Si no empeora la situación, creo que sí se llevará a cabo y sé que había muy buenas acciones para relanzar el sector en esta edición y esperemos que pueda celebrarse. Es cierto que en Alemania la situación es más crítica. Son previsores y prefieren cancelar y tenerlo todo más controlado. Todos los clubs de producto tienen ya sus líneas estratégicas marcadas para el próximo año, con iniciativas nuevas para lanzar.

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Precisamente, este 2021 se ha demostrado la importancia del turista nacional para Ibiza.
—Sí, ha tenido unos números muy relevantes y también otros mercados que han funcionado muy bien han sido el francés y el holandés. Esperemos que sigan así la próxima temporada. Si la situación continúa teniendo tantas incógnitas, las vacaciones en destinos lejanos van a estar complicadas y los países europeos cercanos y el mercado nacional serán nuestras posibilidades para funcionar bien.

¿Es de los que cree que Ibiza ha resistido aún con las discotecas cerradas?
—No, realmente no. El ocio de Ibiza es seguramente el más profesional y relevante a nivel internacional y le da un sentido más a la temporada en algunos puntos muy importantes, logrando que se extienda. Además, para subir los precios medios en otros sectores de Ibiza es necesario el ocio, que es muy completo en la isla. Siempre hemos defendido que sea un ocio de calidad y aquí se ha trabajado mucho como destino turístico y tenemos muchas micromarcas que relanzan el destino ‘Ibiza' y lo proyectan a nivel internacional. Al final, lo que se consigue es que esta marca esté reconocida a nivel mundial.

Como presidente de Fomento de Turismo, ¿qué balance hace del 2021 y qué espera de este nuevo año, recién estrenado?
—Que sea lo más parecido posible al 2019. Sería lo ideal y la realidad es que hasta hace unas semanas, los números que manejábamos nos creaban mucha ilusión. Ahora se ha producido un cambio drástico pero, insisto, esperemos que todo se estabilice y podamos pensar que la de 2022 será una temporada no muy diferente a la de 2019.

Según parece, la petición del certificado Covid en determinados bares o restaurantes había causado cancelaciones.
—Quien ha viajado en los últimos meses, sea por ocio o trabajo, en muchos países ya han implantado este pasaporte en numerosos lugares. Aquí es posible que hayamos llegado tarde en este sentido y, cuando se implanta una medida, puede aparecer al principio cierto desacuerdo, pero es necesaria. Cuanto más control, mucho mejor.

¿La pandemia ha logrado cambiar el modelo turístico?
—Cuando vivamos una temporada normal veremos realmente qué cambios ha habido. Ahora es muy difícil decirlo, aunque Ibiza está muy bien planteada a nivel internacional y tenemos de todo: cultura, gastronomía, sol y playa...Además, mezclamos lo más vanguardista con lo más tradicional y la ibicenca siempre ha sido una población muy acogedora.

¿Le pareció bien que los fondos del impuesto turístico financiaran una gala musical, entre otras actividades?
—Desde su implantación este impuesto ha generado mucha controversia. Siempre es complicado tener que recaudarlo en los puntos de alojamiento. Seguramente se tendría que recaudar en los puntos de acceso para que fuera equitativo e igualitario. Además, no existe una trasparencia a la hora de comunicar a qué se va a destinar el dinero, en qué acciones. No está bien diseñado en este sentido y como no existe una gestión muy ordenada, se invierte en proyectos sin mucho sentido y sin un reparto equitativo por islas.

¿Qué preocupaciones le expresan los socios de Fomento de Turismo?
—La transformación digital, que va a ser fundamental en el sector. Hay que lidiar y proyectarnos hacia un turismo más sostenible y es posible que ello centre las cuestiones más destacadas por parte de nuestros socios. Uno de los retos será poder iniciar la temporada en abril, como ya se había conseguido. Ibiza debe extender esta temporada y, en cuanto a la conectividad, la isla debe trabajarla de manera singular junto a Formentera. Se trabaja ahora en el plan de conectividad 2023-2025 y es aquí donde hay que impulsar buenas líneas estratégicas y abrir nuevas conexiones que interesen al destino.