Joseline Calafat, vecina de Puig d’es Molins, se encargó de cortar la cinta inaugural de la pasarela que tanto ha reivindicado.

Una pasarela para peatones para poder desplazarse desde Vila hasta Puig d'en Valls a pie. Una reivindicación que desde hace ocho años vienen exigiendo los vecinos, sobre todo de Puig d'en Valls, y que ayer, por fin, pudieron ver inaugurada. Se trata de una pasarela que une el barrio de s'Olivera, en Puig d'en Valls, por la calle del Mar Mediterráneo con el polígono de es Gorg de Vila por la calle alcalde Bartomeu Rosselló, atravesando así el segundo cinturón de ronda, la carretera EI-20. Dicho de otra manera, la pasarela permite ir a pie desde el Ikea al Decathlon. No hubo orelletes ni ball pagès. Por todo lo demás, la inauguración de la pasarela que une desde ayer Vila y Puig d'en Valls no tuvo nada que envidiar a las grandes inauguraciones pre-electorales. El presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí; el alcalde de Vila, Rafa Ruiz; la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, concejales, consellers y un nutrido grupo de vecinos, sobre todo de Puig d'en Valls, acudieron a presenciar cómo se cortaba la cinta inaugural. Eso sí, previo discurso de Mariano Juan, conseller de Infraestructuras Viarias, del alcalde de Vila y de la alcaldesa de Santa Eulària, así como del presidente del Consell d'Eivissa. Vicent Marí, en el momento de cortar la cinta inaugural, cedió las tijeras a Joseline Calafat, vecina de Puig d'en Valls y presidenta de la Asociación Es Molí, que lleva años luchando por la contrucción de esta pasarela. «Llevo ocho años reivindicando en Ibiza, en Santa Eulària, en el Consell y... ¡al fin lo hemos conseguido!», declaraba la vecina del barrio de Can Toret, que hoy mismo piensa celebrar la «unión de Vila con Puig d'en Valls» con una caminata desde Puig d'en Valls hasta Talamanca con sus compañeras del grupo ‘Caminatas a lo loco'.


Unión de dos municipios
Tal como explicó Mariano Juan, esta obra, adjudicada por 880.000 euros, y que sufrió un retraso de nueve meses debido al hallazgo de restos arqueológicos, tiene 50 metros de longitud y 150 metros de rampas para sortear los 10 metros de altura que alcanza esta infraestructura, de manera que se pueda transitar de manera cómoda tanto por peatones como por ciclistas.


El presidente del Consell reconoció que «la E-20 era una barrera física que evitaba que los vecinos pudieran ir de un lado a otro de la carretera, una barrera que ahora hemos echado abajo».


Vicent Marí recordó que esa zona es «el cruce dels quatre cantons, que era el paso natural entre los vecinos de Puig d'en Valls y Vila, un paso que se recupera de nuevo con esta infraestructura».


La alcaldesa de Santa Eulària reconoció que hasta el momento de esta inauguración «pasar se pasaba, pero por un torrente y en condiciones que no eran las más adecuadas». Además, Ferrer recordó que «tenemos el paso subterráneo que conecta Jesús con Puig d'en Valls y ahora uno elevado que lo conecta con Vila».
Por su parte, el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, que llegó cruzando la pasarela desde la parte de su municipio, quiso poner en valor la posibilidad de poder desplazarse desde Vila a Puig d'en Valls sin necesidad de tener que usar el coche: «Gracias a esta pasarela vecinos de una localidad tan cercana a la nuestra como es el Puig d'en Valls podrán llegar a centro de Vila sin la necesidad de tener que utilizar el coche, lo que para nosotros es muy satisfactorio», destacó. Al terminar la inauguración, Rafa Ruiz se subió a un coche para volver a Vila.