En primer lugar, la instalación en el suelo representa una figura abstracta realizada con almendras de su propio terreno «para dar más calidez a la sala y traer una muestra de la naturaleza», tal y como explicó el artista a Periódico de Ibiza y Formentera. A continuación, se muestran cuatro esculturas de hierro de tamaño mediano que representan figuras humanas llevadas a la máxima simplificación y realizadas en hierro soldado, algunas sentadas y otras de pie, siempre en posturas tranquilas y reposadas. «Son expresiones, porque va a la expresión, no al realismo ni a la perfección; es solo un juego óptico de piezas que va ensamblando», señaló el escultor.
Después, hay dos esculturas pequeñas que representan un guerrero con su animal de compañía, realizadas con elementos reciclados. Algunos los encontró en la basura y otros son piezas viejas de su coche.
Más adelante, tres figuras de tamaño grande representan figuras humanas en diferentes posturas de yoga, puesto que «la meditación y el yoga están presentes» en sus últimas obras, «dotando de armonía y de instantes de contemplación a las figuras, despojándolas de todo adorno superfluo», comentó. «Estas figuras, si son a tamaño real, incitan a que la gente se fotografía con ellas reproduciendo la postura», subrayó como anécdota el escultor.
Luego, pasa a dos bancos de peces realizados con tubos cortados y soldados, y tres planchas de madera situadas en la pared, sobre las que ha colocado pequeñas placas de tetrabrik, donde captura «momentos casi fotográficos del movimiento y la luz de las olas del mar, o de los bancos de peces con sus escamas», apuntó el autor.
Le sigue en el recorrido un gran pez realizado con piezas de cuatro termos eléctricos sobre una base de algarrobas, y alrededor de él dos peces más pequeños.
Para finalizar, hay seis pequeñas esculturas, Mímesis, que corresponden a seis instalaciones en medio del campo con pinaza, corteza de pino sobre el suelo o ramas recreando diversas formas, que luego las ha reproducido en pequeñas dimensiones con esculturas con fragmentos de hierro soldados. Estas instalaciones en la tierra efímeras «son una forma de ir limpiando el terreno agrícola e interactuar con él», según explicó Miralta.
Trayectoria
Isaac Miralta cursó Bachillerato Artístico en Barcelona y trabajó en el Departamento de Arte de Publicidad durante 10 años. En el año 2003 se instaló en Ibiza en una casa payesa cerca de Jesús, rodeado de naturaleza, donde montó su taller y empezó a investigar con distintos materiales reciclados. En 2007 participó en la Ruta del Arte en Ibiza y expuso en la sala La Finestra en el Barrio Gótico de Barcelona.
Sus viajes por África pusieron en un primer momento mucho color a sus obras. Durante esta etapa utilizó especialmente maderas recicladas como lienzos, donde representaba paisajes de Ibiza, puertas árabes y animales. Actualmente, en su trabajo utiliza materiales como el hierro reciclado, que interviene y moldea con soldadura.
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