El centro cultural de Jesús acogerá, entre los días 1 y 3 de octubre, el evento ‘Metamorphosis', en el que, de la mano del coach Paco de la Fuente (Zamora, 1967), los participantes podrán conocer cómo cambiar sus dinámicas de vida para mejorar. De la Fuente decidió hace años colgar el traje de ejecutivo y, tras viajar por el mundo, recaló en Ibiza, donde tiene instalada su base de operaciones para, desde aquí, ayudar a quienes así lo deseen a mejorar en aspectos esenciales como pueden ser el emocional o el laboral. Las personas interesadas en obtener más información pueden visitar la web: www.pacodelafuente.com.
—¿Para qué necesitamos un ‘coach'?
—Lo necesitamos para conseguir la claridad que nos va a llevar a otro nivel, a un nivel más avanzado, con mejores resultados. Es algo que, actualmente, por nosotros mismos no conseguimos. Todas las respuestas están dentro de nosotros pero necesitamos de alguien que consiga ayudarnos a descubrirlas.
—¿Hay algún tipo de personalidad que sea más resistente al trabajo de un ‘coach'?
—En realidad, para que el trabajo que realiza un coach tenga los mejores resultados lo único que tiene que ocurrir es que la persona verdaderamente quiera desde lo más profundo abrirse a conseguir ese resultado. Por muy bueno que sea un coach, si la persona no está dispuesta y no se compromete al 100% a conseguir esos resultados, no servirá de nada. Ahora, si está convencido, se compromete y se responsabiliza, se pueden conseguir grandes cosas.
—¿Qué os diferencia de un psicólogo tradicional?
—Es una gran pregunta. La diferencia entre un psicólogo y un coach es que la gente va a un psicólogo cuando tiene un problema y necesita resolverlo. Sin embargo, viene a un coach cuando quiere llegar a una mejor versión, quiere subir un escalón, quiere acceder a un estilo de vida mucho más amplio o pleno. Se trata de una persona que, como decimos nosotros, quiere elevar sus estándares.
—Hablamos de alguien que se siente un poco estancado en áreas de su vida como lo sentimental, lo laboral...
—Correcto. Puede ser en cualquier ámbito de tu vida. Se puede aplicar a todo.
—¿En qué área se centra usted?
—Yo soy coach transpersonal. Esto significa que trabajo con todo lo relativo al ser humano, al sistema humano. Estoy enfocado en gestión mental y gestión emocional. Pero, por mi profesión, vengo del mundo del corporate, también ayudo a clientes a organizar sus modelos profesionales. Además, estoy especializado en productividad, esto quiere decir gestión de tiempo y tareas. Es decir, cómo conseguir los mejores resultados en el menor tiempo y con menor esfuerzo.
—Nos cuesta mucho eso de ponernos rutinas y cumplirlas.
—Así es. Somos animales de rutinas pero nos cuesta mucho adquirir nuevos hábitos. Integrar un nuevo hábito en tu sistema mental requiere de un esfuerzo y para eso necesitas, a veces, motivaciones que te ayuden a conseguir integrarlo. Nosotros funcionamos a través de repeticiones y, cuando repites muchas veces algo, tu sistema ya lo integra como suyo. Pero para eso necesitamos herramientas, motivación, algunas ayudas que nos permitan conseguir el resultado. Si no, hay ciertos elementos que nos pueden llevar a fracasar, como la pereza u otras características que hacen que no nos movamos de nuestro marco de confort.
—Cuando la gente hace sus cursos, ¿llega hasta el final o les pasa como con el gimnasio o el psicólogo, que no acaban?
—Yo tengo varias líneas de trabajo. Por un lado, yo soy coach y hago procesos de coaching con los clientes. Se trata de hacer 10 sesiones de coaching en las que persiguen unos objetivos que se definen al principio. Normalmente, no solo acaban el proceso sino que es tan sorprendente el resultado que en ocasiones me piden un segundo proceso con otros objetivos. Por otro lado, está el evento de ‘Metamorphosis', que es el que voy a realizar en Ibiza los días 1, 2 y 3 de octubre. Es como una explosión para tu sistema mental y emocional. Las personas entran como en una centrifugadora y, cuando salen del evento, dicen: «¡Madre mía! ¿Qué ha pasado aquí?».
—¿Y cómo lo hace para que se sientan así?
—Lo que hago es descubrirles muchas herramientas y profundizar en muchos temas que hoy en día no están claros. Nosotros hemos construido la realidad en base a una educación y unas ideas que nos han inculcado desde niños. Lo que ocurre es que todo eso está basado en el modelo de la sociedad capitalista. Desde pequeñitos nos enfocamos en integrarnos en esa sociedad capitalista que está enfocada en producir y ganar dinero. Pero no se enfoca en la felicidad verdadera de la persona, en su plenitud. En ‘Metamorphosis', yo les descubro cómo consegur llegar a ser felices, a conseguir una plenitud, pero por otros camino. Mi trabajo es descubrirles esos caminos. La gente se queda atónita porque no se lo esperan. Cuando ven que hay otros caminos alternativos para llegar a la felicidad, alucinan.
—La pandemia lo ha cambiado todo. ¿Cómo podemos adaptarnos a eso que ahora se llama ‘nueva normalidad'?
—Mi trabajo va muy enfocado a eso, precisamente. Para mí la pandemia ha sido un momento en el que la gente ha tenido que parar para pensar, para reflexionar. Y, gracias a eso, están buscando soluciones a sus vidas. Por esto mucha gente ha contactado conmigo para encontrar esas soluciones. Piense que la vida es plena metamorfosis. Pero la pandemia ha sido un golpe sobre la mesa. Íbamos frenéticos y nos han frenado de golpe. Es un momento perfecto para replantearse muchas cosas. Entiendes que, por ejemplo, puedes realmente redefinir o rediseñar tu vida desde otro lugar, no teniendo en cuenta solo el dinero, aunque es verdad que este es muy importante. Pero puedes redefinir tu vida y sentirte más pleno, feliz y nutriendo todas las áreas de tu vida. ¡Es fenomenal!
—Usted tuvo un gran golpe en la vida, que fue una separación. ¿Necesitamos un gran golpe para rehacernos o basta el cansancio o la desmotivación?
—Cualquier momento es bueno para hacer un cambio. Nosotros tendemos, normalmente, a la comodidad. Y, cuando tú estás cómodo, no te mueves. Tienes que tener mucha fuerza de voluntad, mucha decisión para conseguir hacer cambios. Normalmente, esto viene porque sufres un golpe duro o porque terminas una etapa.
—Pero hace falta valentía para hacerlo.
—Sí, hace falta coraje. Es uno de los valores fundamentales que necesitamos para conseguir objetivos ambiciosos. Piense que, incluso para salir de la barriga de nuestra madre al nacer, necesitamos coraje aunque no lo recordemos. Es una herramienta que necesitamos nutrir día a día porque siempre nos va a hacer falta. Además, gracias al coraje y otros valores logras resultados sorprendentes. Si no lo utilizas, nunca llegaras ahí.
—Queremos volver a la anterior normalidad pero la pandemia también nos ha mostrado aspectos positivos como, por ejemplo, el teletrabajo. Y este teletrabajo no es muy compatible con lo que antes entendíamos como normalidad. ¿Somos muy contradictorios?
—Sí, pero es porque a los seres humanos nos cuesta mucho soltar las cosas. La gente está pensando en volver a aquellos patrones que conocía porque lo que se ha presentado ahora no es muy gratificante. Pero, desde mi punto de vista, esto que ha pasado es una oportunidad para que la gente se replantee otras vidas que les den mayor satisfacción que lo que tenían antes. Eso sí, hay ciertos hábitos fundamentales que todos echamos de menos como el relacionarnos más o el salir a bailar.
—¿Puede ponerme algún ejemplo?
—Yo he rediseñado mi vida completamente. Empecé trabajando en consultoría. Hice varias metamorfosis pero siempre dependiendo de una empresa o de socios. Desde hace tres años he construido mi nuevo estilo de vida. Yo dependo de mí mismo, he decidido dónde quería vivir, a qué me quería dedicar y cómo quería hacerlo. Mire, al final todos somos creadores y tenemos la capacidad de crear aquello que realmente nos puede dar una satisfacción plena. Ojo, no digo que sea fácil porque necesitamos las dificultades para superarnos. Pero sí puedes crear un estilo de vida a tu medida.
3 comentarios
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coach, eh? sube la montaña de cas mut como yo hacia de pequeño saltando piedras y escalando arboles, y verás que bien duermes por la noche.... en fin
¿«Coach»? ¿No tenemos palabras en nuestros dos idiomas para definir su actividad? ¡Claro que si! Un poco de cultura.
Vaja tela...