Turistas británicos, la semana pasada, en el aeropuerto de Ibiza. | Daniel Espinosa

La noticia de que el Reino Unido vuelve a colocar en el ámbar de su semáforo a las Islas Baleares era esperado por el sector turístico, pero no por ello dejó de ser un golpe. Los principales actores mostraron ayer su preocupación por un posible efecto dominó que pueda echar por tierra la temporada.

Desde la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera quisieron ser cautos ayer a la hora de valorar esta noticia. «Es muy pronto para que se vea el efecto. Hay que esperar a ver lo que ocurre en los próximos días», señaló su presidenta Ana Gordillo. La presidenta de los hoteleros reconoció que «es algo que se esperaba por las altas incidencias, pero es una mala noticia, aunque, al menos, hemos esquivado el rojo».

Gordillo no quiso ser catastrofista y recordó que en el país británico hay un alto porcentaje de la población que ya está vacunada y que tras el cambio de normativa en Reino Unido los vacunados no deben guardar cuarentena. «Este ámbar afectará a los jóvenes, pero las familias podrán seguir viniendo porque a ellos apenas les afectará», señaló.

Por último, reconoció que había «miedo» a un posible efecto dominó similar al ocurrido en el verano pasado cuando al anuncio de las restricciones británicas les siguió el del resto de países. La cancelación de TUI Holanda es otro golpe que aviva este temor. «Estamos viendo lo difícil que es controlar el virus. Hicimos un gran esfuerzo para llegar a la temporada con unos números muy bajos y mucha estabilidad... Hay que ser prudentes y enviar un mensaje de que seguimos siendo un destino turístico seguro para evitar este posible efecto dominó», concluyó.

CAEB
En una línea muy similar se expresó el representante de la CAEB en las Pitiusas, José Antonio Roselló. Roselló confesó: «Es una decisión esperada desde que se produjeron los grandes brotes de Mallorca y Menorca, que se tradujeron en un incremento de la incidencia, que es el baremo que se mira».

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Del mismo modo, quiso ser cauto y señaló que el ámbar actual no es el mismo que el de hace un par de semanas, cuando las restricciones de cuarentena eran mucho más duras en el Reino Unido. «La vacunación allí está muy avanzada y esperemos que esto minimice el golpe», razonó.

Aunque dio importancia a este detalle, no ocultó tampoco que este cambio en el semáforo tendrá «efectos no positivos, pero esperemos que se corrija un poco con la vacuna». También insistió en que esto afectará mucho más al turismo de jóvenes que al familiar.
En esa misma línea, aseguró: «Ahora estamos en un periodo de incertidumbre, cuando antes esta noticia hubiese sido directamente negativa. Habrá cancelaciones y se romperá la buena dinámica de reservas que llevábamos. Hay que esperar a los próximos días para valorar».

Además puso el ojo en que no es solo el turismo británico el que se puede ver afectado. «España está señalada en Europa y el problema va más allá del tema británico. Hay que hacer un esfuerzo para que la curva se suavice en la medida de lo posible».

Consell
Un discurso prácticamente calcado al del director insular de Turismo del Consell d'Eivissa. Juan Miguel Costa habló de «incertidumbre» y al ser cuestionado tanto por el tema británico como por la cancelación de TUI Holanda, señaló: «Las desgracias nunca vienen solas. Me preocupa un efecto dominó como el de 2020. Vamos a ver cómo evoluciona. Si todo se queda así, afectará, pero si va a más y más países ponen restricciones...».

Costa no quiso aventurarse mucho más porque aunque reconoció que se están empezando a dar las primeras cancelaciones, todavía es «prematuro» para hacer una valoración. Igualmente, recordó que el golpe británico puede ser menor del esperado por el buen porcentaje de vacunados que tienen.

Tras las revisiones de Reino Unido y Holanda, hoy llega el turno de Alemania, lo que podría suponer otro duro golpe para la economía balear