Imágenes grabadas en el Puerto de Ibiza este sábado por la noche. | Manu Gon

Sábado por la noche en la ciudad de Ibiza. Llega la hora de cerrar los bares a las dos de la mañana y cientos de personas que estaban en las terrazas de la primera línea del puerto y en el barrio de la Marina se levantan y siguen charlando, tomando copas y bailando en la calle. La Policía Local de Vila acude a dispersar a la marabunta de turistas y en total desalojó a 800 personas del puerto de Ibiza, del barrio de sa Penya y la Marina.

Según informó ayer el Ayuntamiento de Eivissa a través de un comunicado, la Policía Local acudió pasadas las dos de la mañana a las citadas zonas debido a la aglomeración de personas que permanecían en la calle tras el cierre de los bares, causando molestias a los vecinos con música, cánticos y algunas personas haciendo botellón en la calle. En el desalojo colaboró también la Policía Nacional. La intervención policial se llevó a cabo en el marco de un dispositivo especial para el control de botellones e infracciones de la normativa COVID-19.

Los agentes del dispositivo, formado por unidades tanto de paisano como uniformados, denunciaron, además, a dos establecimientos por vulnerar el horario de cierre. Asimismo, la Policía permaneció en la zona para evitar que los responsables y operarios de los establecimientos no vendieran alcohol a los clientes una vez cerrados.

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En la actuación, la Policía Local de Ibiza denunció a cinco personas por consumo de alcohol en la vía pública y a otras dos por posesión de sustancias estupefacientes. También se intervinieron tres altavoces, formulándose la sanción por infracción a ordenanzas municipales.

La valoración

El alcalde de la ciudad de Ibiza, Rafa Ruiz, mostró ayer su preocupación en Facebook y advirtió: «Debemos seguir atentos y prevenir. El virus sigue ahí y aglomeraciones como la de ayer en el puerto ponen en riesgo vidas y nuestra economía. Gracias a la Policia Local d'Eivissa por una intervención que nos beneficia a todos».