Todos sabemos que ciertos idiomas son catalogados como difíciles de aprender y hablar. Pero ¿en qué criterios nos basamos para sostener esta afirmación? En este artículo desarrollamos una serie de pautas y factores que nos permitirán responder dicho interrogante. Entre los idiomas más difíciles, para los hablantes del idioma español, encontramos: chino mandarín, ruso, árabe, japonés, húngaro, alemán, polaco, finlandés, islandés y coreano.
Antes de adentrarnos en los criterios que nos llevan a pensar en las dificultades para aprender un nuevo idioma, debemos mencionar un estudio realizado en el que se analizan cuáles son los entornos más favorables según cada país a la hora de estudiar idiomas extranjeros. Es un tema muy interesante en el que se mezclan gran variedad de factores y circunstancias que influyen el aprendizaje de los estudiantes.
Mencionaremos cinco criterios. La distancia del idioma nativo es uno de los criterios más importantes. En general será más fácil aprender una lengua de la misma familia lingüística que tu idioma nativo. Por ejemplo, entre el español y el italiano, ambas lenguas romances que provienen del latín, existen similitudes en la estructura gramatical, el vocabulario y las vocales, entre otras.
Entonación y sonidos
Entre las lenguas romances existen similitudes en la pronunciación, la fonética y los sonidos a diferencia de las lenguas eslavas por ejemplo. De hecho, muchos sonidos del árabe o ruso, por ejemplo, no existen en el español y nos resultan difíciles de pronunciar. Por otro lado, existen los llamados idiomas tonales como el chino mandarín, esto significa que una variación en el tono cambia completamente el significado de la palabra.
Estructuras gramaticales
Ciertos idiomas poseen declinaciones, por ejemplo el húngaro cuenta con 18 casos gramaticales comparado con el inglés que tiene sólo tres. En el caso del árabe, la misma palabra cambia de significado si se coloca distintos lugares dentro de la oración. Por su parte, el ruso con sus declinaciones indican la función y el lugar que debe ocupar cada palabra.
Por otro lado, en el idioma finlandés, una misma raíz puede formar diferentes palabras, adjetivos, verbos o sujetos añadiendo o modificando prefijos y sufijos.
Expresión escrita
Este requisito es uno de los últimos necesarios a la hora de aprender un idioma, ya que se trata de la parte más difícil del aprendizaje de una lengua extranjera. Muchos de los idiomas, que en este artículo son considerados más difíciles de hablar para los hispanohablantes poseen otro alfabeto y por lo tanto esto dificulta mucho más el aprendizaje. Por ejemplo el ruso utiliza el cirílico.
Por último, existen otros factores que facilitan o dificultan el aprendizaje y estas son las experiencias previas y habilidades personales de cada uno. Esto significa que si el estudiante tuvo una buena experiencia estudiando francés, con seguridad dirá que aprenderlo es muy fácil.
Pero a no desanimarse, que un idioma sea considerado difícil no significa que sea imposible. Recuerda que todo proceso de aprendizaje requiere de tiempo, dedicación y mucha práctica.
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