Una asociación por una sociedad de personas «juntas y revueltas»

Una de las reivindicaciones que defiende Ibiza IN va dirigida a la expresión que utilizamos para dirigirnos a estas personas, que en muchas ocasiones puede resultar peyorativo o discriminatorio. De esta manera, prefieren que nos refiramos a ellas como «personas con diversidad funcional», y no discapacitados, o minusválidos. «Vivimos en una sociedad diversa y con mucho esfuerzo se está trabajando por eliminar la exclusión en muchos ámbitos –feminismo o racismo, por ejemplo–. También hay que acabar con la exclusión con las personas con distintas funcionalidades», asegura la vicepresidenta de la asociación, Emma Torres.

Con el «IN» de inclusión pretenden subrayar esta expresión, inclusión, frente a integración. Defienden que la manera habitual que tienen de actuar todo tipo de centros no acaba de ser la más acertada: «Cuando las personas con diversidad funcional pueden apuntarse a algún tipo de actividad, lo que normalmente sucede es que tienen a un grupo de personas con el mismo tipo de perfil juntos, pero aparte de los demás. Eso es integración, y está bien, pero hay que ir un paso más allá y que estén todas las personas juntas. ¡Todos juntos y revueltos!». Susana pone el ejemplo de la macedonia: «La fruta es buenísima individualmente, pero cuando se junta y hay diversidad es todavía mejor».

Propuestas
Con la mesa llena de ideas e iniciativas, y los ojos llenos de ilusión, Emma Torres, vicepresidenta de Ibiza IN, y la secretaria Susana Ribas cuentan a Periódico de Ibiza y Formentera las motivaciones a la hora de embarcarse en este nuevo proyecto que preside Consuelo Guerra.

Entre otras iniciativas que pretenden poner en marcha lo antes posible está la del Sello IN, un sello que identificará a los clubes y centros como espacios de integración. También tienen previsto poner en marcha una serie de actividades, talleres y cursos que se esfuerzan en subrayar que «serán absolutamente para todos y todas, sin ningún tipo de distinción».

En su agenda tienen previsto reunirse con todas las instituciones, Consell y ayuntamientos, así como con los clubes deportivos y centros con los que colaborar, y garantizar que los chicos con diversidad funcional pueden participar en cualquiera de sus actividades.
Otra iniciativa que pretenden poner en marcha es la de un banco de materiales para personas con diversidad funcional, ya que, tal y como cuenta Ribas, «el material hay que cambiarlo cada dos años, y aunque haya parte de subvención, la otra parte debemos pagarla nosotras y es mucho dinero».

Fomentar la accesibilidad a todo tipo de entornos, eliminar barreras arquitectónicas, promover la educación inclusiva, respaldar y asesorar a familias con miembros con diversidad funcional y defender los derechos y fomentar la igualdad de oportunidades son más entradas en la larga lista de tareas que se han propuesto desde Ibiza IN.

Emma y Susana, madres de personas con diversidad funcional, cuentan cómo cada mes de septiembre les toca luchar para que los centros de sus hijos cuenten con todas las necesidades que requiere su situación. Se muestran satisfechas en este sentido, pero el hecho de que estas necesidades no se cubran en otro tipo de espacios es lo que las ha empujado a fundar esta nueva asociación con este fin. Un nicho de reivindicación y trabajo al que otras asociaciones que trabajan con este tipo de personas no pueden dirigir todas sus energías con el gran trabajo que hacen. Este es el argumento que defienden para crear esta nueva asociación.

Ambas madres se sienten esperanzadas en que las nuevas generaciones tengan clara esta inclusión de estas personas en la sociedad. Ponen como ejemplo a los compañeros de sus hijos, que les tratan como a uno más.