Las modelos Verónica Blume, Martina Klein y Vanesa Lorenzo fueron la gran sorpresa de esta edición. | Marcelo Sastre

Tras un año de parón obligado por el coronavirus en Ibiza había muchas ganas de moda y de Pasarela Adlib. Tal vez por ello los 16 diseñadores participantes, muchos menos que en ediciones anteriores debido al nuevo reglamento que aprobará en breve el Consell d'Eivissa, se esforzaron al máximo para mostrar sus prendas y complementos sobre la pasarela del Baluard de Santa Llúcia.

La encargada de presentar esta edición tan especial en la que la pasarela cumplía cincuenta años fue la modelo y presentadora madrileña Nieves Álvarez. Elegantísima vestida de Virginia Vald, cogió el testigo de su amiga Cayetana Guillén Cuervo, se refirió a la moda Adlib como «talento, artesanía y cultura», «la noche y el día» y «una actividad que ha conseguido traspasar fronteras». También recordó que «es la única marca de moda del mundo que tiene denominación de origen» y se mostró «agradecida de ver cómo la moda vuelve a brillar tras un año tan duro».

Después, la pasarela estuvo plagada de estrellas, tanto anónimas como conocidas. La primera de ellas fue sin duda Olive Moody, quien desfiló por la pasarela recordando sus tiempos en la pasarela cuando desfiló en 1971 y protagonizó con un vestido de Briggite Attar el cartel de Turespaña que dio la vuelta al mundo. Otras fueron las modelos Malena Costa, la exjugadora de baloncesto y ahora modelo Neus Bermejo, la madrileña y una de las más cotizadas actualmente en el mundo, Nuria Rothschild, y la ibicenca Ana Vide, que volvió a brillar con su sonrisa sobre la pasarela.

Sin embargo, antes del comienzo del desfile llegó una gran sorpresa para el numeroso público asistente. Tres de las grandes modelos que ha dado la historia de nuestro país, Vanesa Lorenzo, Martina Klein y Verónica Blume, aparecieron por sorpresa vestidas espectacularmente con tres trajes del mítico diseñador Luis Ferrer.

[Las mejores imágenes de la Pasarela Adlib Ibiza 2021. (Fotos: Marcelo Sastre)]

Las colecciones

La primera firma en abrir el turno de los diseñadores fue Vintage Ibiza con Royal Cabaret. Una colección donde sus dos creadores, Alberto Serra y José Antonio Mari Schroder, rindieron homenaje a los 50 años de la moda Adlib presentando los diseños más emblemáticos de la firma como los que vistieron en su día la Reina Doña Letizia o una de sus grandes embajadoras, Norma Duval y en los que las plumas se convirtieron en las grandes protagonistas combinadas con el voile de algodón o el batiste de algodón y lino, los encajes, el guipur, la organza o el satén.

Tras ello, hubo cambio completo de tercio. Tras el desfile de cuatro miembros de la Colla de Sa Bodega, dos de ellos niños, y bajo la música tradicional ibicenca, el público dirigió su mirada hacia las joyas de la ibicenca Elisa Pomar. Su colección Ses menes emprendades, creada con piezas de oro combinadas con piedras coral y turquesa, demostró su gran capacidad para conseguir que las joyas tradicionales ibicencas se puedan llevar en el día a día.

La tercera fue K de Kose-Kose Privée, la firma creada por Ariadna Ferrer en 2011. En esta ocasión, en La costurera, sus joyas, el mar y el desastre la diseñadora ibicenca se inspiró en lo que nos ha dejado la pandemia y en los motivos del mar para presentar accesorios XXL que llegaban incluso a devorar al vestido, joyería y sombreros de autor elaborados con pasamanerías, plata, abalorios y piedras semipreciosas como el coral, las perlas o las turquesas.

Monika Maxim, otro de los nombres emblemáticos de la Moda Adlib tras más de 30 años de experiencia, presentó Destellos blancos, una colección inspirada directamente en el estilo ibicenco más tradicional, con colores blancos y piezas elaboradas con gasa, ganchillo, bordados, puntillas y encajes de algodón.

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Después llegaron tres desfiles en uno solo. Lo protagonizaron de forma conjunta bajo el nombre de Yebissah la marca de espardenyes tradicionales ibicencas Espardenyes Torres, la de senallons Dolors Miró y la de sombreros y tocados S72 Hat. Tres firmas que reconciliaron al público con elementos claves de la historia y la tradición ibicenca pero adaptados a los nuevos tiempos.

A continuación llegó el turno de Etikology, la firma ibicenca pionera en apostar por la moda sostenible y la filosofía slow fashion con piezas elaboradas en pequeñas cantidades y con materiales orgánicos y respetuosos con la salud y con el medio ambiente. Su colección Empieza a caminar incidió en esa idea, inspirándose en la naturaleza con diseños femeninos y cómodos de lineas minimalistas que se adaptaban a la figura elaborados en algodón orgánico y estampados naturales totalmente artesanales.

Piluca Bayarri, otro de los nombres destacados de Ibiza tras más de 35 años de carrera, presentó Creta bajo una canción de Marc Seguí. Las piezas, inspiradas en el mar estuvo repleta de propuestas únicas elaboaradas con materiales como la gasa de algodón, las puntillas, los bordados, el elastano, los volantes y por supuesto el estampado exclusivo de la firma y los algodones más cuidados.

Acto seguido, las miradas de los presentes volvieron a los pies de las modelos gracias a la colección Eulària de la marca de espardenyes Estrivancus creada en 2016 por la artesana María Morcillo. Su apuesta por las espardenyes esmorretllades en tonos vivos complementadas con trajes de la colección Catalina con la que Natalia Martínez ganó Futur Adlib en 2019 fue uno de los aciertos de la noche.

Y de la tradición a las camiselas y los tops más rompedores de Ibiza Stones y la apuesta por plasmar géneros de música en una colección de Ivana Mestres. La firma de Catalina Kim presentó Re.Re.Re con piezas sorprendentes e innovadoras alejadas del Adlib clásico, sobre todo en las destinadas a los hombres, llamando especialmente la atención un mono negro con el mensaje a la espalda I Missed you. Mientras, Mestres sorprendió con We are music, una colección para la que se inspiró en el rock, punk, pop, flamenco o música electrónica a través de tejidos volátiles, encajes y tules dando también espacio a la pedrería, a las plumas y a los flecos.

Tras ello Virginia Vald mostró sus conocidos trajes nupciales agrupados bajo la colección Boheme, inspirada directamente en los años 70. Unas propuestas llenas de alegría y emoción con colores muy diversos, sugerentes escotes, voluminosas faldas, mangas barrocas y vestidos etéreos.

La aparición de las prendas de la Retrospectiva que habían preparado Lali y Antonia Riera de Ibimoda iban marcando el final y el terreno de grandes clásicos de Adlib. Su colección hizo las delicias de los más nostálgicos mostrando sus diseños de toda la vida junto a los más actuales, con algunas de sus piezas más icónicas elaboradas con materiales nobles, guipures, voliés de algodón, encajes, tul, linos y, por supuesto, sus inconfundibles bordados florales.

El gran Tony Bonet fue el penúltimo y su colección New beginning for a queen, con la que celebraba diez años como marca, volvió a dejar un magnífico sabor de boca. Pensada para las novias más atrevidas sus prendas sorprendieron por la mezcla de distintos tejidos como el cotonet, las batistas bordadas y los encajes junto a algo novedoso en él, los tejidos denim, los flecos, las puntillas o los diferentes tipos de encajes.

Justo antes de la traca final protagonizada por Charo Ruiz aparecieron sobre el escenario una decena de niños vestidos de Bonet e Ibimoda con unos globos al ritmo de la canción Happy Birthday to You. Se llevaron una de las grandes ovaciones de la noche.

Fue el preludio del gran momento, el regreso de una de las diseñadoras más importantes de la historia de Adlib. Tras muchos años de ausencia, Ruiz presentó Vivida, una colección con la que pretendió conectar con el pasado, el presente y el futuro. Todo ello, con prendas pensadas para mujeres que les gusta disfrutar de la vida a partir de su ya icónico voilé de algodón y de sus tiras de guipur.