Santa Eulària
De esta manera, el Ayuntamiento de Santa Eulària ha puesto este problema sobre la mesa y, tal como comenta el concejal de Seguridad Ciudadana, Juan Carlos Roselló, «es un tema de suficiente relevancia como para tratarlo en la próxima junta local de seguridad», que se celebrará en la Villa del Río el próximo 7 de junio «si la agenda lo permite», tal como asegura Roselló. El concejal tomó esta decisión tras haber hablado con el director insular de Agricultura, Joan Marí, con los veterinarios del Consell d'Eivissa y haber recopilado los datos referentes a estos ataques. Así, desde Santa Eulària, se pretende buscar un protocolo definido a la hora de actuar ante este tipo de ataques, «Hoy por hoy, el procedimiento que tenemos desde el Ayuntamiento ante este tipo de llamadas es ir hasta el sitio en cuestión, se recoge toda la información posible al respecto y se pasa el informe a la Guardia Civil, que normalmente también se persona en el lugar del ataque, y es quien tiene la potestad a la hora de investigar y sancionar a los responsables.
Si se ha podido capturar o localizar al perro responsable del ataque se busca al propietario, a quien en este caso desde el Ayuntamiento podremos pedir responsabilidades, pero si no se localiza al perro no podemos hacer nada». Roselló insiste en la normativa de su ayuntamiento a la hora de controlar que «la gente debe llevar a los perros con correa en la vía pública, tanto en plena calle Sant Jaume como en un camino rural, es el mismo caso». Incide Roselló en que, desde el Ayuntamiento, se va a asesorar a las víctimas de estos ataques a la hora de gestionar las denuncias y los trámites necesarios.
Vila
La condición urbana de Vila no propicia este tipo de ataques. Por el momento no consta ninguno, por lo que obviamente tampoco cuentan con un protocolo de actuación ante estos ataques.
Sant Joan
Si bien Sant Joan sí es un municipio básicamente rural, en el Ayuntamiento no les constan casos recientes relacionados con este problema y tampoco cuentan con un protocolo establecido en este setido. Ante este tipo de casos, explican desde Sant Joan, quien suele hacerse cargo es la Guardia Civil.
Sant Josep
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Sant Josep no consideran que el número de casos en su municipio sea relevante, por lo que no existe un protocolo definido al respecto. De hecho, aseguran que durante 2020 solo se han registrado ocho incidencias relacionadas con ataques de perros, la mitad de ellas fueron ataques entre perros, tres ataques a gallinas y uno a ovejas. Cabe decir que el único caso de ataque a ovejas en este municipio se saldó con la muerte de tres ovejas (sus nombres eran Blanquita, Nubecita y Mami, que estaba embarazada), y con el resto del rebaño herido.
El veterinario Eliseo González considera que la normativa del ayuntamiento josepí respecto al control de perros sueltos no es lo suficientemente contundente para evitar que se produzcan estos ataques, fruto de la dejadez de los dueños de los animales. De hecho considera que, de alguna manera, Sant Josep acaba «premiando» a los dueños irresponsables de los animales que se les escapan, ya que «se les devuelve a su mascota con el chip puesto (si no lo tenía antes) y vacunado sin coste alguno para el infractor».
Desde el Ayuntamiento de Sant Josep confirman este dato e, incluso, apuntan que, además, de la vacunación y la instalación del chip también se castra al animal. Una estrategia que, según el Consistorio, mira por el bienestar del animal sin ningún ánimo recaudatorio y que además está suponiendo que la perrera del municipio esté prácticamente vacía.
Sant Antoni
En Sant Antoni sí que ha sido testigo de estos ataques en su parroquia. Cuatro ataques concretamente, entre ataques a ganado, animales de corral, a otros perros o incluso a personas.
Por esta razón, el Ayuntamiento está diseñando un protocolo de actuación para este tipo de casos con la unidad de Medio Ambiente y la concejalía de Bienestar Animal.
En febrero, en la zona de Benimussa, un perro de raza peligrosa entró en explotación, causando una situación de peligro para los animales (cabras y gallinas). La rápida actuación de la policía evitó que se produjeran males mayores.
El animal fue retirado por Can Dog y el propietario identificado y denunciado. Otro propietario fue identificado y denunciado el pasado marzo con un total de cinco denuncias, una por agresión a gallinas y gallo, causándoles la muerte, otra por tener al perro sin la vacuna obligatoria, otra más por poseer otro perro sin cartilla sanitaria ni microchip y la última por tener al perro sin acreditar en el registro en el censo canino del Ayuntamiento. Esta última denuncia, por no censar al animal, tamnién les cayó a los dueños de dos perros cuando uno de ellos atacó al otro.
1 comentario
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Menos protocolos de actuación , y actúen contra la irresponsabilidad de los dueños de los perros, pongan multas que es la única manera de concienciar.