Ni Joan Torres, de El PI, ni José Ramón Martín, de Ciudadanos, quisieron hacerse cargo de la concejalía de Urbanismo de Sant Antoni y forzaron al alcalde, Marcos Serra, a ponerse al frente personalmente de este departamento, encargo que aceptó con dos únicas condiciones: que le dejaran reformar el área y poder contratar a un asesor para facilitarle el trabajo. Sin embargo, según criticaron fuentes consistoriales consultadas por este periódico, «ni se hacen cargo de la concejalía, ni dan alternativas y, además, bloquean las acciones que se quieren tomar para torpedearla». Según explicaron estas mismas fuentes, el hecho de que Torres renunciara a hacerse cargo personalmente de Urbanismo y de que incumpliera lo pactado con sus socios de gobierno al no permitir la reforma de esta concejalía es un hecho «grave», aunque no creen que vaya a afectar a la gobernabilidad del municipio puesto que hay una enorme confianza en el carácter dialogante de Marcos Serra. De hecho, estas mismas fuentes aseguraron que el primer edil ya se ha puesto a trabajar para reconducir la situación y que, aunque con más retraso del previsto, se acabará procediendo a la reorganización del área de Urbanismo. En este sentido, el propio Serra aseguró al finalizar el pleno del jueves que «un tripartito tiene disputas y ésta ha sido algo más grave de lo habitual, pero espero poder reconducirlo con diálogo». En caso de que finalmente no se pudiera seguir por este camino, el equipo de gobierno tiene ya previsto un plan ‘B' que, aunque no resultaría tan eficiente como la reorganización del departamento, permitiría su paulatino desbloqueo. Dicho plan pasa por consolidar los refuerzos de personal que se han puesto en marcha a lo largo de la legislatura e incorporar a nuevos profesionales para adaptar de esta forma la plantilla de Urbanismo al volumen de trabajo con el que cuenta en la actualidad. Por el momento, en lo que va de legislatura, el Consistorio ya cuenta con un despacho de arquitectos, un arquitecto ténico, un inspector de actividades, un auxiliar administrativo, un arquitecto externo y una Técnico en Administración General (TAG), en este caso, una jurista. Además, el Ayuntamiento se encuentra preparando convenios con el Colegio de Arquitectos y Aparejadores para poder suplir todas las necesidades municipales. No da explicacionesEl primer teniente de alcalde y concejal de El PI, Joan Torres, no quiso dar este viernes ningún tipo de explicación sobre qué le motivó a votar en contra de sus socios de gobierno. «No me pronunciaré sobre este tema», aseguró, sin dar ningún otro tipo de explicación, más que «yo no entro en el fondo de la cuestión» en lo referente a la remodelación del área de Urbanismo, por lo que lo único que quedan son motivaciones personales para quebrar la unidad de gobierno. El que sí que quiso pronunciarse fue el segundo teniente de alcalde y concejal de Ciudadanos, José Ramón Martín, quien en declaraciones a Radio Ibiza Cadena SER aseguró que, con posturas como la vivida en el Pleno con la deslealtad institucional de Proposta per Eivissa, «es muy difícil llevar la gestión del Consistorio». En esta emisora de radio, Martín criticó a su socio de gobierno porque se había alcanzado un acuerdo a tres bandas con el alcalde para que se hiciera cargo de Urbanismo y habría que haberle dejado reorganizarlo como creyera más conveniente. Para el concejal de Ciudadanos, con sus actitudes díscolas lo único que busca Joan Torres es «buscar protagonismo» ya que, a su entender, no le importa nada más que estar en el foco mediático.