La actuación conjunta entre diferentes instituciones y organismos con la colaboración del departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sant Antoni, Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), Capitanía Marítima, Ports de les Illes Balears, Club Nàutic de Sant Antoni, empresas de trabajo submarino y la empresa Ca na Negreta como gestor de residuos, retiraron durante la semana pasada las 80 toneladas de elementos que servían como amarre a los propietarios de pequeñas embarcaciones, entre ellas Mi Juanito, la de Juan Montesino.
Juan se hizo con su embarcación Mi Juanito en 2015, tras haber perdido un chalupa de 3,5 metros hundida en el fondo del río de Santa Eulària . Mi Juanito es una embarcación de seis metros de eslora y 2,3 de manga, de una tonelada de peso y fabricada en 2003. La única intención con esta adquisición era disfrutar de alguna jornada de pesca junto a su hijo, que acababa de cumplir seis años, o con sus amigos.
Pasando los inviernos en dique seco, en un solar de la empresa donde trabaja, con la llegada del buen tiempo («finales de mayo, principios de junio», según explica su propietario), Mi Juanito volvía al mar hasta septiembre.
Fondeado
Montesino solía aprovechar los fondeos que había frente a la playa del Arenal hasta esta pasada semana. Se sumergía, localizaba una estructura en desuso y allí colocaba la boya que sujetaría a Mi Juanito durante la temporada de verano. «Como se ha hecho durante generaciones», justifica Juan. Cada año había que cambiar de fondeo: «había años que no estaba el del año pasado, pero siempre había algún ‘muerto' que podía aprovecharse: ruedas llenas de hormigón, montones de bloques, etc. Entonces bajaba, enganchaba la cadenita a la boya y listo». Así, durante los tres o cuatro meses de verano, cada fin de semana que las condiciones meteorológicas lo permitían Juan «compraba una cajita de cucs, otra caja de cervezas y refrescos, bocadillos y a pasar un domingo pescando y bañándonos con la familia y amigos», tal como cuenta el propio Montesino.
Rumbo a tierra
El propietario de Mi Juanito cambió esta rutina este pasado invierno cuando, en lugar de sacarlo del mar para que la embarcación hibernase en tierra, Juan decidió que el invierno 20/21 su barco lo pasaría en un amarre del Club Náutico de Sant Antoni. En realidad, Montesino estaba convencido de que ése sería su amarre durante todo el año, al menos cuenta que así se lo aseguraron desde el mismo Nàutic. Pero el contrato finalizaba el 1 de mayo de 2021 y Mi Juanito volvió a su espacio habitual de cada verano: amarrado a uno de los fondeos de la bahía de Sant Antoni. Cuatro días más tarde, Montesino pudo ver una nota pegada a su embarcación. Se trataba de una notificación de retirada de la embarcación firmada por el cabo mayor jefe del Grupo de los GEAS de la Guardia Civil, en la que se le «conminaba a proceder a la retirada de la embarcación» en un plazo de 72 horas «ante la posibilidad de ser denunciado por situación ilegal». Unos días más tarde, Mi Juanito se encontraba amarrado de nuevo en el Nàutic. Esta vez llegó allí arrastrado por los responsables de los trabajos de retirada de los fondeos entre los que se encontraba el del barco de Montesino.
El día 18, ante las presiones por parte del Club Náutico para que retirara la embarcación de sus instalaciones, cuenta Montesino que «incluso con amenazas de trasladarla al desgüace», Juan contrató un camión grúa para poder sacarla y trasladarla a dique seco, donde permanece a día de hoy.
De esta manera, aunque Mi Juanito no surque este verano las aguas de la bahía de Sant Antoni, sí que se encuentra navegando, esta vez en redes sociales y páginas de compra venta. Y es que Juan, ante esta situación y la falta de amarres y alternativas para propietarios de pequeñas embarcaciones como él, ha decidido ponerlo a la venta.
5 comentarios
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Aquí hay gente que opina sin saber...esas 90-100 toneladas, en su mayoría son bloques de hormigón e incluso propias piedras que ya están en el mar...que alguien me explique como perjudica eso al mar, los que somos de aquí somos los que más cuidamos del medio, como bien han dicho antes, donde antes estaban los muertos ahora hay veleros de 15 anclados...pero esos seguro que no destrozan nada...que atrevida es la ignorancia.
No me da ninguna pena....todos los propietarios lo saben...son fondeos irregulares, hasta ahora había funcionado y ya no. Tiene que ser un campo de boyas ecológicas regulado...Sí que es verdad que deberían haber más facilidades (precio residente?) y rampas...
En primer lugar, la mayoria de propietarios no han tirado ningun residuo al mar, pues la mayoria de fondeos, llevan décadas en el mar, más que hormigón, son rocas con habitantes marinos en muchos casos. Desde hace años no hay posibilidad de conseguir amarre ni en el nautic, ni en portsIB. Paradógicamente, donde estaban fondeadas esas barcas, no se producian fondeos con ancla al estar el espacio ocupado. Ahora , donde estaban los fondeos no regulados, al ser espacio libre, estan fondeando todos los dias veleros y katamaranes de mas de 25 metros, con anclas pesadas garreando y destrozando la posidonia. Conclusion, los que vienen de fuera, si pueden fondear, destrozar la posidonia, etc... Los ibicencos de cuna y adopción, que residen en la isla no pueden disfrutar de la familia en el mar, como Juan explicaba.
Disfrutar del mar,no es arrojar 80,90 o 100 toneladas de amarres ilegales al mismo,Seas de aquí o de allá.Las personas que aman el mar,no lo castigan arrojándole mierda.
Es la desigualdad con que se topa la gente más humilde a la que no se le da alternativa asequible. Disfrutar del mar propio es solo para ricos que en su inmensa mayoría no son ni siquiera de aquí. Muy triste