La consellera de Agricultura del Govern balear, Mae de la Concha, y el director general Fernando Fernández, presentaron ayer en Ibiza el plan de consolidación y modernización de regadíos de la isla, que supondrá una inversión de 12,6 millones de euros.
El plan, que se basa en el aprovechamiento de aguas regeneradas, tiene como objetivo mejorar la gestión del ciclo del agua y la sostenibilidad de los recursos hídricos.
El proyecto alcanzará casi 1.400 hectáreas entre los municipios de Vila, Santa Eulària, Sant Antoni y Sant Joan, y se prevé que en el presupuesto se incluyan ocho millones de euros más para cubrir las balsas con placas fotovoltaicas.
El plan, que ha sido declarado de interés general por el Ministerio de Agricultura y cuenta en su mayoría con fondos europeos Next Generation, tiene previsto poner en marcha la balsa de riego en Santa Eulària y hacer las interconexiones de agua en el anillo de los municipios de Vila, Sant Antoni y Sant Joan.
«Es un proyecto que hará más sostenible al sector ante la escasez de agua y el cambio climático», destacó de la Concha, que estimó que se podrá duplicar la producción agrícola en Ibiza y subir las rentas agrarias.
Las obra se iniciarán en abril y tienen un plan de ejecución hasta el 2026. Empezarán por la balsa de Santa Eulària, que permitirá comenzar a regar unas 235 hectáreas en octubre.
La primera fase también ampliará las zonas de regadíos de Cala Llonga y de Sant Joan.
En la segunda fase se construirá la nueva balsa de regulación de Sant Antoni y se ampliarán las zonas de regadíos de este municipio y de Sant Rafael.
En la tercera se interconectarán las dos balsas con la Estación de depuración de aguas regeneradas de Vila.
Además, se prevé que este proyecto permita que los cultivos de almendros y algarrobos sea, en cinco años, el 25 % del total de la superficie agraria útil.
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