La pandemia ha destruido toda la actividad de la decena de agencias que aún permanecen abiertas en Ibiza. Pepe Tours, en el centro de Vila, ha sido la última en anunciar su cierre después de 39 años abierta al público. No han recibido ayudas y dan por hecho que hasta 2022 no se recuperará el negocio. El delegado en las Pitiusas de la Agrupación de Agencias de Viajes de Baleares (AVIBA) reclama que el descuento de los residentes en los viajes se aplique también a todos los españoles que quieran venir a Baleares y subraya que una agencia siempre responde cuando surge algún problema, “porque el hecho de que te atienda una persona da seguridad y confianza a los clientes”, algo que no ocurre en las operaciones a través de internet. Esa es la principal fortaleza a la que se aferran por el momento, a la espera de que a mediados de año puedan retomar al menos un cierto volumen de ese trabajo que el virus se ha llevado por delante.
—¿Cómo están viviendo la situación actual las agencias de viajes de Ibiza?
—El sector de las agencias de viaje en Ibiza está muy mal, muy crítico. En estos momentos no se está vendiendo nada. Agencias que tenían dos o tres empleados trabajando las ocho horas ahora han cerrado o solo tienen a una persona cuatro horas al día. Lo único que se está vendiendo son pasajes para residentes que se tienen que desplazar a Palma para ir al médico.
—¿Todas las agencias están igual de afectadas?
—Sí. De las diez agencias que hay abiertas a día de hoy en Ibiza, ahora no hay ninguna que funcione.
—¿Y cómo están resistiendo?
—Estas diez agencias están abriendo a media jornada, y algunas de ellas son sucursales de los grandes grupos de agencias de viajes (como Halcón Viajes o Viajes el Corte Inglés), que solo tienen a una persona dentro atendiendo al teléfono. Y el resto abrimos cuatro horas, de 9,30 a 13,30.
—¿Han solicitado ayudas?
—Sí. Están solicitadas, pero a las agencias de viajes no nos llega nada, exceptuando la ayuda que representan los ERTE. Pero a la agencia como persona jurídica no ha llegado ayuda alguna ni parece ser que vayan a llegar, porque el otro día la señora ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dijo que a las agencias de viajes ya les habían ayudado, pero ella se refería exactamente a esos grandes grupos de gestión que a ellos sí que les han dado dinero, y parece que creen que con eso ya han cumplido con todas las agencias, y eso no es verdad.
—¿Qué expectativas tienen para esta temporada, cuando parece que la vacunación está avanzando?
—Sinceramente, las expectativas son muy malas. En este momento no vemos cuándo se podrá abrir, todo dependerá de cuándo se abran otras comunidades. Y en el segmento de la gente de Ibiza que quiere salir de vacaciones, estamos esperando a ver cuándo abren sus fronteras otros países como Alemania o Estados Unidos.
—Los últimos datos sobre la vacunación masiva en el Reino Unido y sobre los avances hacia un pasaporte comunitario de inmunización ¿les hacen albergar más esperanza?
—Podemos tener pasaportes, y de hecho la asociación de compañías aéreas ha dicho que iba a sacar un pasaporte sanitario para que los vuelos sean seguros, pero si no hay vuelos no tenemos nada que hacer. Mientras no se abran los países, solo quedará viajar a la península, pero los grandes viajes, donde está el beneficio de la empresa, no están funcionando y no se sabe cuándo volverán a funcionar. Hoy hablaban de las nuevas cepas...
—Aunque las noticias son mejores que hace unos meses, ¿cree que aún tenemos un paisaje negro a la vista?
—Las agencias receptivas sí que verán un poco más de luz porque, por ejemplo, parece que los británicos empezarán a volar a partir de mayo, pero las agencias vendedoras, las que están trabajando para que la gente se vaya de vacaciones fuera, sinceramente creo que hasta que llegue octubre o noviembre, que es cuando suelen viajar los residentes en Ibiza, según el trabajo de cada uno, no podrán mejorar. Aunque esperamos que ya se empiecen a ver reservas de gente que hace una escapada a Madrid o Menorca, y esto nos dará un poco de alegría, pero decir que a partir de mayo esto va a mejorar, ahora no se puede decir. En Formentera somos la única agencia que vendemos billetes, pero ni así, y ahora con cuatro horas de trabajo es suficiente.
—¿Quizás ya están pensando en 2022 como el año de la vuelta a la normalidad?
—Sí. Los principales datos macroeconómicos ya están diciendo que hasta 2022 no habrá una recuperación general. Ojalá que este 2021 sea un año para poderlo pasar sin tener que recurrir a los ERTE y que podamos tener de nuevo a los empleados en marcha al cien por cien, aunque solo sea para poder pagar las nóminas y tener un mínimo beneficio, pero eso ya significaría un avance muy grande en comparación con lo que tenemos ahora.
—AVIBA propuso el año pasado que el descuento de residentes se aplique a todos los españoles que quieran viajar a Baleares, lo que sin duda contribuiría a incrementar el turismo peninsular.
—La propuesta se hizo con esta idea y porque sabemos que será con el turismo español con el que se iniciará la recuperación, y poco a poco irán viniendo los europeos. Esa medida me parece muy bien, y se podría financiar con lo que se saca por la ecotasa cuando visitan el país. De ahí podía salir una ayuda para beneficiar a las islas.
—¿Cómo lo están llevando los empleados?
—Ellos ven que no se puede hacer más porque no hay actividad. Tienen ganas de empezar, van preguntando, pero siempre decimos lo mismo, que empezaremos cuando veamos un poco de alegría. Ahora estamos abiertos para dar un servicio a la gente porque siempre hemos trabajado así, y ver a una persona en una agencia te da confianza, y por eso mantenemos media jornada abierto.
—¿Vislumbra el final de esta pesadilla?
—Sí. Quiero pensar que a mitad de este año ya veremos la luz al final del túnel.
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