Imagen de archivo de un bar de Ibiza con todas sus sillas almacenadas al no poder abrir sus puertas.

Las patronales de Ibiza mostraron ayer su descontento por la decisión del Govern balear de prorrogar al menos durante quince días más la situación de Nivel 4 avanzado en la isla de Ibiza. Pimeef Restauració, CAEB y Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera criticaron que no se les tenga en cuenta para aprobar las restricciones en la restauración y la hostelería, pidieron más ayudas directas y una mayor especificación sobre qué pasará con los 11.000 millones de euros anunciados este miércoles por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

«Cada comunidad, un mundo»
Verónica Juan, presidenta de la Associació de Restauració de la Pimeef, abandonó ayer por unos minutos su tradicional talante conciliador y dialogante para mostrarse especialmente crítica y contundente con la decisión del Govern balear. De hecho, acusó directamente al gobierno de Francina Armengol de no tener en cuenta al sector de la restauración a la hora de aplicar las medidas.

«El Govern toma la decisión pero quién nos va a pagar las facturas en Ibiza» aseguró muy seria al tiempo que lamentó que el Gobierno central de Pedro Sánchez haya dejado la decisión de tomar las medidas a las comunidades autónomas. «Es una especie de sálvese quien pueda que provoca que cada territorio aplique medidas sin ningún tipo de criterio común, como, por ejemplo Madrid que permite ciertas medidas menos restrictivas con la restauración porque sabe que dispone de muchas más camas y más UCI libres para tratar posibles aumentos de contagios».

Mientras, ante la nueva prórroga del Nivel 4 avanzado, la presidenta de Pimeef Restauració aseguró que las empresas están «desesperadas» porque ya no saben qué hacer» y por ello pidió ayudas directas a las administraciones. «Pedro Sánchez anunció el miércoles unas ayudas de 11.000 millones de euros para empresas y autónomos pero fue un brindis al sol que llega tarde y mal porque no sabemos cuándo se cobrarán, quién podrá acceder a ellas o cómo se repartirán».

Además, Juan las consideró totalmente insuficientes. «Nosotros propusimos hace tiempo un paquete de ayudas de 25.000 millones de euros pero eso ahora da igual porque está demostrado que necesitamos ayudas directas para poder pagar nuestras facturas y seguir sobreviviendo aunque sea malamente».

Por último, criticó que no se les tenga en cuenta a la hora de tomar las decisiones. «Nos dejan de lado porque nos dicen una cosa y luego, los ayuntamientos y el Consell d'Eivissa se reúnen con el Govern y lo cambian todo en el último minuto y sin preguntarnos, criminalizando una vez más a la hostelería a la que ponen como causa de todos los males del coronavirus».

«El sector se siente engañado»
Estos dos aspectos también los criticó el vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Baleares (CAEB) en las Pitiusas, José Antonio Roselló. «Ni siquiera se nos tiene en cuenta para debatir las medidas que se ponen en marcha para seguir con las restricciones o comenzar con una desescalada, y eso está haciendo que el sector de la hostelería y la restauración se sienta engañado y esté cada vez más cansado y más harto».

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Así mismo, valoró como «muy preocupante» que se siga señalando a los bares, cafeterías y restaurantes «como los culpables de la propagación del coronavirus cuando ya se ha demostrado que esto no es del todo así».

A pesar de todo, Roselló apostó de nuevo «por tirar de paciencia para seguir aguantando un poco más esta dura penitencia» y aseguró «que permanecer 15 más en este nivel 4 reforzado supondrá que todos los ciudadanos hemos de seguir trabajando de forma solidaria y conjunta para doblegar la curva, que los casos sigan bajando, y poder así abrir la restauración y la hostelería de forma segura pero cuanto antes».

«No es fácil esta situación»
Por su parte, la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera también manifestó su preocupación por la medida porque «no es fácil equilibrar economía y salud».

En este sentido, su presidente, Carlos Marí Mayans, aseguró que aunque son conscientes «de que hay que garantizar la salud de nuestros ciudadanos y de que el Govern balear ha tomado la decisión pensando en la posibilidad de tener temporada turística, no está tan claro que la solución sea cerrar toda actividad comercial y de ocio como se ha demostrado en Valencia o Cataluña donde las restricciones no han sido efectivas, o Madrid, donde seguir con su actividad económica ha permitido salvar la economía de muchas pequeñas y medianas empresas».

Además, criticó «que el sacrificio recaiga solamente sobre algunos sectores empresariales», instó «a que los poderes públicos controlen y eviten en la medida de lo posible que se produzcan aglomeraciones en fiestas o manifestaciones que ponen en real y directo riesgo el número de posibles contagios», y pidió «un plan de vacunación real y efectivo, del que a día de hoy todavía estamos pendientes».

Por último Marí Mayans aseguró que para asegurar la temporada «el Govern de Francina Armengol debe disponer de un plan de ayudas real y eficaz para que esos sectores que han permanecido cerrados no desaparezcan porque de lo contrario la situación es injusta y va llevar a la ruina a muchas pequeñas empresas de Ibiza y Formentera» .

Y en este caso, las ayudas «son insuficientes porque el plan de subvenciones directas del Govern es irreal al no tener en cuenta, como ya se hace en Europa con gran éxito, incentivos directos, descuentos fiscales o condonación de deudas».