La Policía Local de Sant Antoni de Portmany desalojó en la madrugada del domingo una fiesta privada con 40 personas que se celebraba en una finca en la carretera que une las poblaciones de Sant Rafel y Sant Agnès.
Según informó el Ayuntamiento mediante una nota de prensa, al lugar de los hechos acudieron dos patrullas de la Policía Local y una de la Guardia Civil. Al llegar los efectivos policiales pudieron comprobar que en el lugar había 40 personas, y todas ellas incumplían las restricciones establecidas actualmente a causa de la COVID-19. Ninguno de los asistentes a la fiesta portaba la preceptiva mascarilla y en ningún caso se guardaba la distancia mínima de seguridad.
Los asistentes contaban, además, con un equipo de música con altavoz de grandes dimensiones, ordenador portátil, mesa de mezclas y accesorios lumínicos.
Los funcionarios policiales procedieron a la identificación del organizador de la fiesta y a los participantes, a quienes interpusieron la denuncia correspondiente.
En el caso del organizador, según destaca el comunicado del Consistorio, se le interpuso una denuncia calificada como muy grave. En el caso de los asistentes, son denuncias graves.
La finca donde se celebró la fiesta en la madrugada del domingo contaba con una serie de viviendas anexas, tipo comuna, donde el grupo de personas se encontraban en el exterior en una zona con mesas y sillas, así como con una hoguera de grandes dimensiones.
En cuanto los agentes hicieron acto de presencia, algunos de los participantes en la concentración se dispersaron por la carretera entre las diferentes viviendas contiguas. Otros, por su parte, huyeron por el campo. En el lugar solamente se quedaron los identificados.
Por otra parte, también detectaron que había hasta 13 vehículos aparcados en la finca y siete de sus propietarios fueron denunciados por tener la ITV caducada o carecer de seguro obligatorio.
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