Los agentes localizaron la droga sobre una estructura flotante conformada por varios bidones de combustible con una red que sostenía la sustancia. El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Ibiza fue el encargado de intervenir la droga que estaba escondida en cuatro grandes bolsas estancas que en su interior llevaban decenas de pequeños fardos de cocaína de gran pureza.
Los paquetes eran de distintos colores: azul, amarillo, gris o rojo. Tras la incautación, la Policía Judicial se hizo cargo de la investigación para saber quién estaba detrás de este curioso envío de droga.
Una de las hipótesis investigadas es que el alijo fuera arrojado al mar para ser recogido en breve por otra embarcación, pero la inesperada presencia en la zona de la Guardia Civil frustró los planes. Otra línea apuntaba a que alguna lancha se deshizo de la droga porque estaba a punto de ser inspeccionada por Fuerzas de Seguridad o funcionarios de la conselleria de Pesca, que vigilaban esas aguas para controlar que no se produzcan excesos o daños en la posidonia.
La cocaína intervenida en las Pitiusas fue el mayor alijo quemado durante la jornada de ayer en presencia del secretario general de la Delegación del Gobierno, Ramón Morey, el director del área de Sanidad, Raúl Izquierdo, y mandos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.
En total se incineraron 1.500 kilos de cannabis sativa, 250 kilos de cocaína, 10 kilos de anfetaminas y derivados y otras partidas de heroína, drogas de síntesis, ketamina y compuestos medicamentosos.
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