Toni Ramon, concejal de fiestas de Santa Eulalia ha declarado que este año «debíamos recibir a estas autoridades tan importantes como se merecen. No podíamos permitir que las circunstancias dejaran a los pequeños sin la ilusión de ver a los Reyes Magos, un momento que llevan esperando todo el año. Las entradas se agotaron en apenas 30 minutos, lo que muestra la buena acogida de esta actividad, pero nos hubiera gustado que mucha más gente hubiera podido ser partícipe en primera persona de un día tan especial. Estoy seguro de que, después de este espectáculo, los Reyes Magos habrán pasado por todas las casas y que ningún niño se habrá quedado sin regalo».
Tras un colorido túnel de globos de colores, lo pajes reales se encargaron de recibir a las familias y de acomodarlas en sus respectivos asientos, con las distancias de seguridad adecuadas en estos tiempos. No en vano, la capacidad de la sala se ha reducido al 30% del aforo: de las 437 butacas con las que cuenta el recinto, el número de entradas en cada pase del espectáculo fue de 130, tal y como nos explica Fina Riera, directora del Palacio (de Congresos de Santa Eulália) que albergó a sus Majestades. El total de asistentes en todos los pases en el Palacio de Congresos y en el Centro Cultural de Jesús fué de unas 1.400 personas, que agotaron las entradas.
Para acceder a Palacio, tanto Nayara, Alejandro y madre, Tamara, como el resto de familias, se tomaron la temperatura a la entrada y se embadurnaron las manos de gel, tal y como mandan los tiémpos. Nayara y Alejandro llegaron pronto, y mientras las demás familias iban entrando ya disfrutaban de la batucada que el grupo de percusión A Tutiplén ofrecía para dar paso después al espectáculo.
El Paje Boto y el Paje Cachirulo fueron los encargados de tirar del carro payés cargado de los regalos que los reyes Magos van a repartir esta noche. Pero claro, estaban muy ‘nevosios', igual que las encargadas de la misma tarea en el Centro Cultural de Jesús, el Paje Boomer y el Paje Plop. El show de baile, luz y color oriental, a cargo de J.V. Dance, que los equipos de Sus Majestades ofrecieron a su pequeño público, hizo que se les pasaran los nervios y, por fín, los pajes dejara de estar tan ‘nervosios' y lograran tirar del carro de los regalos y dar paso a Melchor, Gaspar y Baltasar.
Melchor en el Palacio de Congresos, y Gaspar en el Centro Cultural de Jesús, se encargaron de saludar a quienes van a recibir sus regalos.
Nayara y Alejandro no les han pedido nada «que nos traigan lo que quieran, los que nos traigan nos vale», nos cuenta ilusionada Nayara, pero están convencidos de que les traerán muchas cosas por que «hemos sido muy buenos». Se conforman sin ningún problema con este cambio de formato que este año han ofrecido los Reyes Magos, a Alejandro le ha encantado el baile con las luces, Nayara ha disfrutado muchísimo de los tambores. Sí coinciden en su rey favorito: Baltasar.
Baltasar es también el rey favorito de Cristina, Martina y Samba, tres niñas que también salen ilusionadas del espectáculo. Martina con el espectáculo de luces, a Samba le ha encantado el carro de los regalos y la pequeña Cristina va al grano: a ella lo que le ha gustado de verdad son Los Reyes. Seguro que ya tienen sus regalos preparados.
Melchor, Gaspar y Baltasar confirmaron tras el espaectáculo que lo tenían todo preparado para repartir todos los regalos a tiempo y no tienen ninguna duda de que esta misma mañana todos los niños y niñas ya disfrutan de sus regalos. Sobre quienes se hayan encontrado con carbón en vez de regalos, aseguran que cada uno conoce las razones y están seguros de que para el próximo año todo será mejor.
1 comentario
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Ya veremos si son los últimos en reír. 😨😂😂😂