Jesús Traspas, junto al original belén que inauguró ayer en su patio de la calle Mayor y que se podrá visitar hasta el 10 de enero. | Daniel Espinosa

Traspas y Torijano, la célebre tienda de arte y recuerdos de los pintores Jesús e Isabel, inauguró ayer su original y tradicional belén reivindicativo en su patio de la calle Mayor, que marca cada año el inicio de las fiestas navideñas en Dalt Vila y que aporta la alegría y la ilusión infantil a las silenciosas y casi desérticas calles de la vieja ciudad amurallada.
Llevan 20 años instalando el belén y cada año han ido incorporando figuras, elementos decorativos y muchos animales, además del buey y la mula: gallinas, patos, una cigüeña, cerdos, conejos, cabras, el búho que te habla si das unas palmadas…

Pero estas Navidades algunos elementos no podían faltar como la lagartija con mascarilla, junto a un cartel que reza «Entre serpientes y la covid no nos dejan vivir», o una pastorcilla, también con mascarilla, que en realidad es la bruja Pócima camuflada.

«Para nosotros es una enorme satisfacción ver cómo los más pequeños suben hasta Dalt Vila para ver el belén», expresa Jesús, que disfruta explicando a los visitantes la historia, el origen y el motivo de las figuras, como el hecho de que tanto la virgen María, en estos momentos embarazada, como San José sean negros, así como el niño Jesús, que nacerá en Nochebuena. «Eran unos figurines que teníamos en la tienda, pero también, y sobre todo, representan la igualdad de las razas porque todos somos iguales en este mundo».

La música de villancicos ambienta la cuesta de la calle Mayor, donde acuden pequeños y grandes para ver este montaje navideño y al búho que te responde y te desea felices fiestas, el mismo que en Halloween sale para dar miedo a los niños junto a la bruja.
Tradición, fantasía, conexión con la actualidad, reivindicación, el belén de Traspas y Torijano va evolucionando con los años y haciendo un guiño a la situación de cada momento.

«Para nosotros, lo más bonito es que hay mucha gente que viene cada año y que se hacen fotos porque están encantados con el belén y lo incluyen en sus visitas tradicionales, como el encendido de las luces o el mercadillo navideño», dice Jesús, que es el primero en felicitar las fiestas y que anima a todos los ibicencos a acercarse hasta Dalt Vila.

Además, quiere lanzar un mensaje de optimismo en estos momentos de crisis: «Poco a poco, pero de ésta vamos a salir, solo habrá que tener un poco más de paciencia, pero saldremos, seguro».

El belén se puede contemplar todos los días de 10 de la mañana a 10 de la noche hasta el 10 de enero de 2021.