El Club de Lectura de la biblioteca de Santa Eulària cumplió ayer 15 años de vida. Fue una sesión extraña, como lo es todo tras el coronavirus, ya que sus fieles no se reunieron en la biblioteca sino a través de skype. Sin embargo, mantuvo intacto lo más importante, ese amor por la lectura y el debate que tienen todos los que en él participan.
Actualmente su coordinador es el conocido escritor de Cala Mastella, Lluis Ferrer Ferrer, pero la impulsora del club fue la también escritora Iolanda Bonet y durante algo más de un año también estuvo al frente Agnès Vidal. «Ha pasado mucha gente, se han leído muchos libros, se han debatido muchas cosas y se han hecho muchas actividades pero lo más importante es que permanece viva la idea de que es fundamental leer para poder formase una opinión y que nadie decida por tí», aseguró ayer a Periódico de Ibiza y Formentera Ferrer, quien ostenta el cargo de coordinador desde hace cuatro años.
El libro que se escogió para abrir este club de lectura fue Relatos de lo inesperado del novelista, cuentista, poeta y guionista galés de ascendencia noruega, Roald Dahl y ayer, 180 sesiones después, sin que se haya dejado de celebrar ni un solo primer martes de cada mes, se ha escogido Una noche en el purgatorio del escritor, productor y periodista de investigación Dominnick Dunne. «Cada vez nos vemos más limitados para elegir porque ya hemos hecho muchas sesiones pero creo que éste venía fenomenal por su calidad como novela y porque Estados Unidos está en proceso de elegir nuevo presidente», explicó Ferrer.
Y es que una de las cosas que hace más especial a este club de lectura es, según su coordinador, que todo el mundo pueda debatir abiertamente sobre el libro propuesto. «Lo más enriquecedor es que hay muchas visiones diferentes sobre un mismo texto, que todas se ponen en común de forma tranquila y sosegada y que todos los puntos de vista sirven para hacer mejores al resto».
«Un referente»
El Club de Lectura de Santa Eulària se ha convertido en un referente en toda la isla. Sus coordinadores y sus miembros siempre han sido muy activos e, incluso, como asegura Ferrer con una sonrisa han sido el germen de otros que han surgido en las Pitiusas.
«Hemos llegado a viajar a Formentera para explicar nuestro modelo y que ellos crearan su propio club de lectura y antes de que llegara el coronavirus, la intención era llegar a otros pequeños pueblos de la isla».
Actualmente hay unos cuarenta socios, aunque activos, que suelan acudir a las reuniones mensuales son unos 20. «Los hay de todas las edades, desde los treinta y tantos hasta pasados los ochenta y hemos comprobado con el tiempo una cosa significativa, el 99% son mujeres», concluyó el escritor.
«Nos han visitado los mejores escritores nacionales y locales»
Por el Club de Lectura de Santa Eulària han pasado algunos de los mejores escritores nacionales. Entre ellos, Javier Moro, quien ha estado dos veces con sus novelas Pasión India y A flor de piel. Además, según explicó Lluis Ferrer, en la biblioteca de Santa Eulària han estado los mejores nombres de la literatura pitiusa, desde Ben Clark a Cristina Amanda Tur, pasando por Vicente Valero o Pere Vilàs, Rebecca Beltrán.
1 comentario
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... por eso mismo la iglesia católica instauró hace siglos su tristemente famoso catálogo de libros prohibidos... las sectas religiosas siempre han hecho lo posible para impedir que la gente se libere de los pensamientos únicos leyendo y adquiriendo criterios propios... ergo los creyentes lo que hacen al admitir la censura eclesial, es abandonarse al control de la secta y admitir que deciden por uno... en fin...