Mateu ha explicado que el Ayuntamiento cuenta con un proyecto para la instalación de un sistema de fondeo de bajo impacto en Cala Salada que requiere de la aprobación de Demarcación de Costas. “Desde hace tiempo reclamamos la autorización necesaria para instalar un campo de boyas ecológicas para que las embarcaciones puedan acceder sin dañar las praderas de posidonia y cumplir con la normativa del Decreto 25/2018, de 27 de julio, sobre la conservación de la Posidonia oceánica en las Illes Balears”, ha indicado la concejala, que ha señalado que se trata de un proyecto “imprescindible y urgente” para dar opción a las embarcaciones que quieren fondear garantizando la mínima afección al fondo marino y, en consecuencia, a las praderas de posidonia.
La concejala también ha apuntado que Cala Salada siempre ha sido tradicionalmente un punto de fondeo de embarcaciones y que el decreto lo prohíbe si no es mediante un sistema de bajo impacto, por lo que es necesario para acoger y dar refugio a embarcaciones en este enclave del litoral.
Por otra parte, también ha reclamado a Costas que acondicione correctamente el muelle afectado en enero por la borrasca Gloria, que quedó prácticamente destrozado. “Respondieron rápido y a principios de temporada iniciaron los trabajos de reparación, pero el resultado es una acumulación de rocas y un acceso peligroso para los usuarios de la playa”, ha explicado Mateu, que ha recordado que Cala Salada cuenta con el certificado de accesibilidad universal bajo la norma UNE 170.001, por lo que resulta contradictorio contar con un muelle intransitable.
La concejala de Medio Ambiente también ha reclamado al Govern balear que atienda las peticiones del pleno municipal del pasado mes de julio, en el que se aprobó por unanimidad instar al Govern a destinar más medios para la vigilancia de los fondeos incontrolados sobre las praderas de posidonia, así como a poner en marcha el servicio de limpieza del litoral esta temporada, dos reclamaciones que siguen sin respuesta.
En otra línea, Neus Mateu ha lamentado que el Govern no haya actuado con la misma celeridad con la DANA que afectó a Sant Antoni el pasado mes de octubre, que con los últimos temporales que han azotado en Mallorca. “En Sant Antoni se vieron afectadas 300 hectáreas y más de 100.000 pinos y las primeras actuaciones no llegaron hasta este verano quedando aún mucha superficie forestal afectada, lo que supone un alto riesgo de incendio”, ha manifestado Mateu.
1 comentario
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Aix...que esto a priori parece una reclamación "ecológica"...pero detrás de esto se esconde el interés de los propietarios del restaurante...y de ciertos vecinos con embarcaciones...para poder llenar la cala de embarcaciones y así de clientes potenciales...y lo que era una calita más o menos tranquila se convertirá en Cala Bassa 2...cuidadín!!