«Ses Feixes se está convirtiendo en un nido de ‘okupas', suciedad e inseguridad porque toda la basura que se acumula en algunos puntos convierten ses Feixes en un auténtico polvorín». Son palabras de unos vecinos de ses Feixes des Prat de ses Monges de Talamanca que denuncian la inacción de la administraciones y la sensación de abandono que tienen desde «hace meses, años» ya que, tal y como lamentan, «esta situación no es novedosa». La realidad y el abandono se puede comprobar cuando uno se adentra por el Camí de ses Feixes.

Accedemos por la calle de ses Feixes y cuando hemos recorrido poco más de 50 metros nos topamos con la primera casa, o lo que queda de ella, convertida en un punto donde se amontonan toda clase de enseres. Hay hamacas, cubos, bicicletas e infinidad de utensilios amontonados junto a una estructura levantada con palés.

Acumulación de enseres y de aguas de dudosa calidad.

«Llevamos años denunciando la situación y entendemos que ya es hora de que las administraciones se pongan manos a la obra porque el panorama cada año es más preocupante», advierte uno de los propietarios que se resistente a arrojar la toalla.
Los vecinos de esta zona de Ibiza apuntan que una decena de viviendas alzadas en ses Feixes presentan un estado de abandono «preocupante y, desgraciadamente, estas viviendas son un como un imán para los okupas», advierten. En este sentido, recuerdan que las «trabas o falta de ayudas de las administraciones han contribuido, en gran medida, al abandono por parte de los propietarios».

Abandonados
«Nos sentimos abandonados por las administraciones, tanto por el Ayuntamiento de Vila como por el Consell. Siempre hablan de la protección de la zona que llegó a ser declarada Bien de Interés Cultural (los tribunales tumbaron su declaración por un defecto de forma) y de su futura inclusión como Patrimonio de la Humanidad, pero la realidad es que ses Feixes de Talamanca es una zona abandonada», denuncian varios propietarios de casas ubicadas en esta zona de humedal y que aseguran «estar ya cansados» de las promesas sin cumplir.
«Hace poco más de un año denunciamos ante los medios la lamentable situación que vivíamos a diario y hoy en día seguimos igual», remarcó un grupo de vecinos que a finales de 2018 ya denunciaron la «insostenible» situación en la que se encontraban.

«Pasan los años y todo sigue igual, o peor. Los caminos siguen estando impracticables, con socavones y un firme irregular», apunta uno de los vecinos que recuerda que el martes un coche acabó semihundido en uno de los márgenes. En este sentido, indican con bastante sorna que este tipo de accidentes solo le ocurren a turistas despistados porque aquí «hemos llegado a un punto en que solo entran los vecinos. Es duro pero es así», lamentan. Y es que las malas condiciones de los caminos, tiene efectos colaterales. Así, según advierten, ya no disponen de servicios que antes llegaban a sus casas como el reparto del butano.

Miedo a salir de casa
La presencia de okupas ha desembocado en una sensación de miedo entre los vecinos. «Aquí vivimos gente joven con hijos y personas mayores y, desgraciadamente, cada vez se nos hace más difícil salir a la calle», apunta uno de los vecinos consultados.

A esta situación de inseguridad se suman los problemas que se arrastran desde hace años como la falta de alcantarillado, alumbrado en la zona y otros servicios como la presencia de puntos de recogida de basuras.