A por una Ibiza de cine

Una buena muestra de profesionales del audiovisual unen sus fuerzas para la elaboración del spot. Las productoras Pauxa, Jara estudio, Taconeo, el equipo de eléctricos Loft Studio, maquilladoras, sonidistas, el director Félix Fernández de Tejada, el Dr Garcerán pendiente de todas las medidas de seguridad sanitaria, la actriz Bárbara Hermosilla con su pareja y también actor en el spot Álvaro Olmedo, Antoni Isasi Jr., decenas de extras… trabajan codo con codo para poner Ibiza en el mapa de los lugares dónde rodar una producción audiovisual.

Según comenta Fernandez de Tejada, director del spot, «todo el mundo quiere rodar en Ibiza», pero cualquier productora que se plantea rodar en la isla se encuentra decenas de problemas de todo tipo. Empezando por la ausencia de una figura en la administración a la que acudir si eres una gran productora para gestionar las toneladas de permisos y licencias necesarias, hasta el elevadísimo precio que supone una gran producción. La oferta para el alquiler de una villa para una localización, el cátering o el alojamiento para todo el equipo es, con mucho, más cara que la misma oferta en cualquier otro sitio. Por eso, rodajes que supuestamente son en Ibiza muchas veces acaban rodándose en otras localizaciones, como por ejemplo Mallorca.

Por todo esto, desde la APAI ven necesaria la creación de una Film Comission ibicenca para poder facilitar la entrada de esta industria en Ibiza. Que a día de hoy, según el director del spot, se gasta en Ibiza alrededor de cinco millones de euros, a base de un número de rodajes casi anecdótico. Ante la descomunal crisis que sufre el sector del turismo, del que depende totalmente esta isla, otros sectores de la industria pitiusa empiezan a levantar la mano en busca de atención. Este es el caso de la industria audiovisual, que con este spot quiere reivindicar Ibiza como plató para todo tipo de producciones audiovisuales, así como la red de profesionales del sector con la que contamos. Y es que si últimamente nos estamos acostumbrando a ver como el nombre de Ibiza y su imagen sirven de reclamo en producciones internacionales (White lines o Ibiza de Netflix, por ejemplo), no es extraño que el grueso (si no la totalidad) de los rodajes de estas producciones se hagan fuera. Así que no parece descabellado ofrecer a esta industria, que mueve cantidades astronómicas de dinero (alrededor de un millón de euros a la semana en el destino del rodaje), una infraestructura sólida y eficaz en la que apoyarse, sin tener que salir de ibiza por motivos logísticos.