El pasado viernes volvió la música en vivo a Ibiza. En concierto oficial, claro, más de una guitarra ha salido a relucir entre grupos de amigos desde que llegaron las fases de desconfinamiento. Sobre el escenario de la plaza de Santa Gertrudis, el conjunto Ziggy Walrus fue uno de los encargados de inaugurar la tournée de la Orquesta Sinfónica de las Illes Balears por las Pitiusas. En la iglesia de Sant Antoni un cuarteto ofrecía ese mismo viernes a un aforo limitado su repertorio clásico.
En la plaza de Santa Gertrudis se dispusieron 70 sillas separadas por dos metros de distancia. Los invitados entraban en un recinto vallado. Había botes de gel hidroalcohólico en el acceso.
Sorprendía la disposición de las sillas, aunque también sorprendió a algunos la formación Ziggy Walrus. No imaginaban que una agrupación de la Orquesta Sinfónica podía estar formada por un vocal, guitarra, bajo eléctrico y batería. Un grupo de pop-rock en toda regla, formado por músicos de carrera.
A lo largo de algo más de una hora recorrieron el repertorio de los Beatles, John Lennon y David Bowie. Can't buy me love, Across the Universe o Imagine suscitaron movimientos de pies y algunas palmadas. El ambiente en un concierto no es el mismo cuando no te puedes mover de tu silla, al menos en un concierto de pop-rock. El público no baila, no salta y cuando el cantante, Phil Slander, pedía palmas, no duraban más de medio estribillo.
A pesar de todo, el regreso de los músicos a los escenarios dejó buen sabor de boca. Slander agradeció al público su presencia en una mezcla entre castellano, catalán e inglés con una simpatía desbordante.
«¿Una més?», preguntó después de cantar ‘Heroes' de David Bowie, a lo que el público respondió con un «siii», todo lo fuerte que pueden sonar un centenar de personas.
Alrededor del recinto vallado, sentados en los muros, pequeños grupos de personas escuchaban el concierto con una mayor libertad de movimiento. Se veían algunas mascarillas y en general mantenían una distancia prudencial de un grupo a otro.
Particularmente curiosa era la estampa de la platea de asientos ordenados y separados junto a un parque infantil en el que los niños correteaban y organizaban sus juegos.
Diferentes agrupaciones musicales de la orquesta dieron conciertos ayer en Sant Joan y Sant Jordi. Hoy concluye el programa con un concierto en el Claustro del Ayuntamiento de Ibiza y otro en el Faro de la Mola, ambos a las 20:30. La entrada debe solicitarse con antelación y es gratuita.
6 comentarios
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Según comenta una comentarista aquí, "... es una vergüenza que hayamos tenido que esperar más para disfrutar de los conciertos, que para asistir a misas de confesiones religiosas..." ¿¿Porqué no dice que es una vergüenza que se hayan abierto primero los bares que los colegios?? Ah no, eso no interesa.... Lo que quiere este comentarista es llevar sus ideas DÓNDE ÉL QUIERE Y ATACAR A LA IGLESIA, como siempre... Me gusta que haya otro comentarista que también le de caña...
El que nos llama Troll, sigue aprovechando un artículo referente a los conciertos con relacionar a la Iglesia Católica, no sabe vivir sin ella, poquito a poco lo conseguiremos y nos dirá que fue monaguillo..
Madre mía, menudos comentarios. La cultura es básica en cualquier sociedad civilizada. Bastante poco se cuida y promociona ya. Vayan a algún concierto de vez en cuando, les hará bien
Imagino lo de anoche por playa den Bossa, provenía de sant Jordi. No sé si sería buena música, pero a 2 km de allí, lo que llegaba era ruido. Hasta que punto es eso música? Para cuántas personas? Ya está bien de fastidiar a los demás.
... es una vergüenza que hayamos tenido que esperar más para disfrutar de los conciertos, que para asistir a misas de confesiones religiosas... aquí se ha primado a la superstición más burda frente a la cultura y el arte
Pagando con el dinero de todos ya pueden hacer conciertos aunque sea para cuatro gatos.Seria mejor destinar ese dinero para alimentos de los mas necesitados, si esos que muchos prefieren ignorar