El Ayuntamiento de Santa Eulària ha comunicado a todos los concesionarios de las instalaciones de playa las condiciones que se han fijado para prorrogar este verano la prestación del servicio con las medidas de seguridad necesarias para prevenir contagios de coronavirus, pero también para ayudar a que estos autónomos o empresas puedan ejercer su actividad con un mínimo de garantías de rentabilidad de forma que puedan ser un elemento más en la generación de actividad económica y, especialmente, de empleo dentro del municipio. Ahora, se podrán completar los trámites administrativos para esta prórroga y comenzar inmediatamente con la actividad del servicio de playa.
Como la declaración del Estado de Alarma supuso la congelación de los plazos para el concurso de las nuevas concesiones de servicios de playa, el Ayuntamiento decidió aplazar este nuevo contrato y que entre en vigor el próximo verano. El motivo no es otro que el grave prejuicio que podría suponer para las empresas, que habían presentado las ofertas pensando en tres años con temporadas de seis meses cuando, este año, el coronavirus ha cambiado todo el escenario, desde el inicio de la actividad hasta la intensidad de uso y también las previsiones de actividad. Es por este motivo que el inicio de la explotación con el nuevo concurso pasa a la temporada 2021 y para este año se prorroga la concesión de 2019 en primera instancia, con una reducción del 50 % del canon que deben satisfacer los concesionarios debido al acortamiento de la temporada, la reducción de elementos por motivos sanitarios y la previsible menor demanda.
En cuanto a esta contracción de tumbonas instaladas, ésta se basa en las obligaciones de mantener el distanciamiento social en las zonas de baño y aplica las indicaciones de la normativa nacional en las áreas de las concesiones de las 18 zonas de baño donde están presentes . Así, se ha hecho un nuevo cálculo de los elementos que se pueden implantar en cada lote siguiendo el criterio de unidades formadas por dos tumbonas separadas 60 cm y con una sombrilla en medio. Cada unidad estará distanciada de la otra por dos metros de seguridad que marca la normativa y todos los protocolos y medidas de seguridad se irán adaptando a las novedades que se vayan decretando.
Aplicando estos criterios, este año se pasa de 3.138 ítems instalados el 2019 hasta los 2.162 que, como máximo, se podrán utilizar este año, una reducción de un 31,1%. La redistribución también afecta al espacio reservado para las concesiones, dejando para uso general cerca de 1.900 metros cuadrados de litoral, un 11,33% menos que el verano pasado.
Los concesionarios que presten el servicio deberán asumir también diferentes obligaciones tales como disponer de un plan de contingencia por la COVID-19 que contemple limpiezas a fondo previas a desinfecciones diarias del mobiliario susceptible de uso por parte de los bañistas.
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