Ayer se generó cola para recoger el cuestionario de salud que hay que rellenar antes de subir al barco. | Daniel Espinosa

La entrada de toda Baleares en la fase 3 de la desescalada del coronavirus implica la libre circulación entre islas y eso hacía esperar que algunos turistas pudiesen escoger desplazarse a Formentera a pasar unos días. Es el caso del mallorquín Tolo Martí, que ayer su llegada a la Savina explicó: «Había estado en la isla hace muchos años, pero Formentera se ha puesto de moda y siempre hay demasiada gente para mí. Por eso, he aprovechado ahora que no hay nadie, para escaparme unos días a la playa, después de 3 meses de confinamiento».

Hoteles en Formentera
Tolo alquiló ayer una bici y se hospeda en el hotel Illes Pitiüses de Sant Ferran, que ayer llenó 10 habitaciones con turistas procedentes de Mallorca e Ibiza deseosos de disfrutar de los paisajes y playas de la isla en un junio totalmente atípico. Karina, recepcionista del Illes Pitiuüses, explicó ayer que estaban llenos al ser «el único que ofrece habitaciones y, además, tenemos hospedados a algunos trabajadores». Por el momento, no ofrecen desayuno. «Vamos adaptándonos poco a poco a la nueva normalidad. Hay muchas cosas que nos siguen generando dudas y que vamos resolviendo como podemos», precisó.
La pensión Bon Sol también en Sant Ferran tiene llenas sus seis habitaciones con turistas mallorquines e ibicencos que llegaron ayer. Su recepcionista, Leandro, afirmó que «esta semana está prácticamente lleno, a partir del día 15 volvemos a tener disponibilidad». El resto de hoteles siguen esperando a cómo evolucionan los acontecimientos para abrir sus puertas, aunque muchos ya han anunciado el 1 de julio como fecha de apertura. Cati Torres y su marido llegan en el mismo ferry, también procedentes de Mallorca para visitar a su hija que trabaja en Formentera. «Nos hospedaremos unos días en su casa, teníamos muchas ganas de poder verla».

Rafael Genovés llegó desde Santa Eulària «para un tema de trabajo», pero reconoció que «es una época estupenda para viajar a Formentera; hace un tiempo fantástico y prácticamente no hay nadie. Me encantaría venir como turista y no por trabajo».
No todas las llegadas fueron fáciles. Una familia de Mallorca explicó a este periódico que habían llegado en un barco de Baleària que cubría la ruta Palma-Ibiza. A llegar a es Botafoc, esta familia perdió el bus que debía llevarle a las barcas de Formentera. «Nos han dicho que vendría el bus, pero ese bus ha llegado tarde. El barco Ibiza-Formentera ya había salido. La solución que nos han dado era reclamar, coger el barco de Trasmapi a las 12.00 horas o esperar hasta las 16.00 horas que había otro de Baleària», afirmó esta familia. Desde Baleària explicaron ayer que hubo un «error de comunicación». «Hoy [por ayer ] ha sido el primer día que había dos buses entre es Botafoc y la salida de Formentera y el barco ha zarpado con la llegada del primer bus como hacía hasta ahora. Pedimos disculpas a los pasajeros por el error y les hemos ofrecido alternativas».

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Conexiones
En cuanto a conexiones, cabe destacar que Baleària ha aumentado la conectividad con la entrada del resto de islas en fase 3. A los siete viajes entre Ibiza y Formentera para pasaje, tres operados por el buque Eco Aqua y cuatro con el fast ferry Nixe, que también permite el transporte de vehículos, se suman otros tres servicios del buque Virot, que solo traslada mercancías a Formentera. En cuanto a la línea Denia-Ibiza-Formentera, las frecuencias del fast ferry Ramon Llull se incrementarán de tres a seis semanales a partir del próximo lunes, con lo que sumará una conexión diaria más entre las Pitiusas. Por último, la naviera ha anunciado que a partir del próximo 15 de junio, el fast ferry Cecilia Payne, pasará de cuatro conexiones semanales a servicio diario entre Denia-Ibiza-Palma, con lo que Baleària ofrecerá dos servicios al día entre Palma e Ibiza, uno en el ferry Hypatia de Alejandría y otro en alta velocidad.

La valoración
El presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, afirmó ayer que alcanzar la fase 3 es un paso importante para Ibiza pero subrayó la necesidad de actuar con precaución por parte de las administraciones, dado que un rebrote supondría un mensaje negativo que tendría un grave impacto sobre la industria turística ibicenca: «Está claro que no estamos en una situación de riesgo cero. La posibilidad de contagio existe y, por tanto, debemos seguir tomando las máximas precauciones y no olvidar los consejos sanitarios, que son muy básicos: la obligatoriedad del uso de mascarilla, mantener la distancia social de 2 metros y una higiene permanente de las manos. Creo que la ciudadanía debe tener estas medidas muy interiorizadas, seguirlas practicando y le pido a toda la población que sea muy respetuosa con esto porque es la mejor manera de salir cuanto antes de esta situación y evitar un rebrote», precisó Marí.

Discotecas
Sobre el hecho de que el Govern no permita la apertura de discotecas en esta nueva fase, Marí afirmó que compartía la decisión de Armengol ya que «no es momento de permitir riesgos; mientras no estén abiertos los puertos y los aeropuertos es una medida adecuada de precaución», indicó. Además, recordó que desde el sector ya se había manifestado que no había intención de abrir. Es, por ello, que consideró que «hasta el día 21, que es cuando acaba el estado de alarma, es una medida lógica», concluyó.