Momento de la entrega de unos de los chromebooks que se el Govern reparte a los alumnos que no cuentan con ordenador. | Daniel Espinosa

Acabar con la brecha digital entre el alumnado es uno de los objetivos que se marcó la conselleria de Educación con esta crisis sociosanitaria provocada por la COVID-19 que obligó a sacar a los alumnos de las aulas. Estos siguieron teniendo sus clases a través de las nuevas tecnologías, pero algunos no contaban con ordenadores en sus casas que les permitieran seguir desarrollando su educación. Por ello, desde el Govern se hicieron con cerca de 1.300 chromebooks para repartir entre los alumnos más desfavorecidos. De esta cifra, 251 estaban destinados a Ibiza y, entre ayer y hoy, 46 se reparten en el CEIP Sa Graduada. Tras esta primera remesa, se ha continuado con el reparto.

«Estoy muy contento y muy agradecido», confesaba uno de los padres que se acercó a recoger uno de estos ordenadores portátiles. «Tengo un niños y dos niñas. Tenía un ordenador, pero se rompió. Entonces tenían que usar mi teléfono móvil para poder seguir las clases. Además, a veces tenían clase a la misma hora y se peleaban por el teléfono», explicó, mostrando así el problema que se encuentran las familias numerosas.

No fue el único que se llevó una gran alegría cuando recibió la llamada del centro para decirles que les iban a entregar un ordenador para ayudar a sus hijos. Glendi reconoció que habían sido dos meses «muy difíciles sin salir de casa». «Este ordenador permitirá que mi hija pueda aprender mejor», aseguró. Para esta mujer de origen peruano, la clave es que la pantalla del ordenador permitirá que su niña de 10 años pueda sentirse más cerca de los profesores.

Igual de feliz estaba Nilda, que acudió a Sa Graduada con su hija Yasmina. «No tenemos ordenador y se le ha ido acumulando mucho trabajo», aseguró, antes de agradecer a la conselleria «su ayuda a los niños para que puedan continuar sus estudios».

Llega para quedarse
Por su parte, la directora del centro Lourdes Ferrer estaba más que satisfecha con la entrega de estos ordenadores portátiles. La docente explicó que los habían recibido el miércoles, pero que ya tenían todo preparado para repartirlos en cuanto llegaran.

La directora agradeció el «gran esfuerzo» de la conselleria para reducir en la medida de lo posible estas diferencias entre el alumnado y ayudar a que los más desfavorecidos puedan seguir las clases al igual que el resto de sus compañeros. Lamentó que «algunos tuvieran que trabajar a través de la pantalla de teléfonos móviles», algo que «es muy complicado». «Había que ponerse al día», aseveró.

Por último, afirmó que el equipo docente se está adaptando a esta nueva realidad y señaló: «Estoy segura que esta digitalización ha llegado para quedarse».