Entrada a la residencia hospitalaria de Cas Serres en una fotografía tomada durante el confinamiento. | Daniel Espinosa

Con cita previa, durante un máximo de 20 minutos y manteniendo la distancia. Así deberán ser las primeras visitas a las personas mayores que se encuentren en residencias y viviendas supervisadas, casi dos meses después de la restricción «absoluta» de visitas a centros residenciales por Acuerdo del Consejo de Ministros del 16 de marzo.

La conselleria de Afers Socials publicó ayer en el BOIB la resolución que establece las reglas generales que regirán desde hoy estas visitas. El documento no permite visitar los centros en los que haya casos activos de COVID-19, algo que no se da en Ibiza, por lo que se podrá visitar a familiares o conocidos en todas las residencias de la isla.

Eso sí, la visita deberá acordarse previamente con el centro y también entre los familiares y amigos para ver quién realiza la primera visita. Durante la fase I cada residente puede recibir un máximo de una visita por parte de una sola persona y por un tiempo limitado de 20 minutos.

Estas restricciones de tiempo y número de visitas no se aplicarán en los casos de acompañamiento al final de la vida cuando lo estimen los directores de los centros.

Protocolo
La persona que acuda a una visita no deberá presentar ningún tipo de síntomas compatibles con la COVID-19, lo que incluye: fiebre, tos seca, dolor agudo de garganta, problemas respiratorios o pérdida del olfato o el gusto.

Al entrar se le tomará la temperatura, que no deberá superar los 37,5ºC, si presenta fiebre se le impedirá la entrada al centro.

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Las visitas se realizarán en espacios habilitados por la residencia a este efecto y estarán supervisadas por personal del centro, excepto que el residente esté encamado por prescripción médica, en cuyo caso la visita podrá ser en la habitación.

Los visitantes deberán usar mascarilla y mantener la distancia de seguridad de más de dos metros
Desde la propia conselleria indicaron ayer que deberán ser las residencias las que

conviertan estas directrices en protocolos concretos para su centro.

En la residencia hospitalaria de Cas Serres, con más de 120 usuarios, ayer ya tenían avanzado el protocolo de visitas que han redactado entre responsables de enfermería y la trabajadora social.

La directora de la residencia, María Tur, informó de que será el propio centro el que se encargue de llamar a las familias para informar de la organización de las citas.

En Cas Serres se han habilitado para las visitas un espacio al aire libre y otro en interior para los residentes que no puedan salir por su salud y para los días de mal tiempo. La zona será desinfectada después de cada visita.

Tur indicó que durante las semanas de confinamiento los residentes han podido ver a sus familiares a través de videollamadas, algo que ha ayudado a muchos a sobrellevar este tiempo de confinamiento. «Hay familiares que lo llevan mejor y otros que esperaban con ansia este momento».