Imagen de archivo de la carpa instalada en el viejo Can Misses para hacer pruebas a profesionales. | Daniel Espinosa

El sindicato Satse denunció ayer públicamente la «descoordinación» del servicio de prevención de riesgos laborales del Ib-Salut al que criticaron por estar «desorganizado».

Según este sindicato, esto ya pasaba antes de la crisis sanitaria, pero «obviamente se ha agravado desde la declaración del estado de alarma».

Esta desprotección que denuncian «puede acarrear graves problemas de salud tanto a los trabajadores como a los pacientes». Para el sindicato, esta descoordinación causa «diferentes funcionamientos y criterios en cada servicio de prevención. En algunas gerencias se está funcionando de manera óptima, mientras que en otras se genera una gran angustia y sensación de desprotección en los profesionales». En este sentido, denuncian la «negativa» a hacer test diagnósticos a profesionales que habían tenido contacto con positivos de COVID-19, «poniendo en riesgo la seguridad y salud de pacientes, profesionales y sus familias». Así, mencionan como ejemplo los trabajadores de la unidad de hospitalización 1B de Son Espases, «donde a los profesionales se les ha negado la prueba tras contacto estrecho con un profesional afectado con sintomatología de varios días de evolución» y que en Ibiza «se han dado casos de profesionales con síntomas no testados». Según puntualizaron desde el sindicato, muchos trabajadores de Can Misses pedían los test por presentar síntomas leves o bien por haber estado en contacto estrecho con pacientes positivos en COVID-19 y «no sólo les denegaron el resto sino que, además, les decían que debían volver a trabajar con una mascarilla». «Hasta ayer [por el miércoles], la denegación del testo en Ibiza era lo habitual», precisaron desde Satse.

Denuncian, además, que se les recomendó la «reutilización de mascarillas autofiltrantes de un solo uso, algo que puede acarrear graves problemas para pacientes y profesionales y que no está amparado por ninguna normativa», a lo que añaden que no se «supervisa ni se comprueba» si los equipos de protección cumplen o no con las medidas de seguridad. «El último caso de la retirada de las mascarillas FFP2 llegadas de China es un claro ejemplo», argumentan.

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El sindicato Satse denuncia también la falta de información sobre el uso de EPI y tildó de «ridículas» las sesiones de formación sobre el uso y manejo de estos equipos de seguridad. Asimismo, señalaron que se han reportado «infinidad de quejas, especialmente de las gerencias de Son Espases y Pitiusas, respecto al trato personal recibido» de los trabajadores afectados o angustiados por haber tenido contactos sin protección o compañeros positivos de COVID-19.

«Los sanitarios están poniendo en riesgo su salud y su vida para salvaguardar la de los ciudadanos, pero el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Ib-Salut no está cumpliendo con sus funciones, sobre todo con la más importante: la protección de todos sus trabajadores. Especialmente graves son las quejas y las situaciones detectadas en Son Espases y en Ibiza y Formentera», precisaron ayer desde el sindicato. Por ello, reclaman la convocatoria de la comisión técnica de prevención de riesgos laborales de la mesa sectorial y la comparecencia ante la misma de la coordinadora y jefa de servicios. También piden que se «depuren responsabilidades».

La respuesta
Desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera afirmaron que se están haciendo «todas las pruebas según marcan los protocolos y de igual manera se están equipando a los equipos según marcan los protocolos con los niveles de seguridad que requiere cada servicio». Desmintieron, además, la falta de material, así como que a ningún profesional con síntomas se le ha negado la prueba. «La seguridad de los profesionales, en muchas ocasiones, se sitúa por encima de los requerimientos del Ministerio», apuntaron. Desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera recordaron que el miércoles empezó el cribado a todo el personal sanitario y que previamente se había hecho este cribaje a todo el personal y pacientes de todas las residencias de mayores. Según apuntaron, la UVAC Exprés ha hecho más de 600 pruebas hasta el momento y el 98% de las mismas han tenido un resultado negativo.

El total de pruebas hechas a pacientes y profesionales de Ibiza y Formentera «se acerca a los 2.500 test», concluyeron desde el Área de Salud pitiusa.